José Arturo Rivas Lozano, alias Joselo, de 42 años, era uno de los líderes de la banda narcoterrorista Los Lagartos.

Él fue emboscado y asesinado en Baños, Tungurahua, junto con su hijo José Isaac Rivas, de 23 años de edad.

Al parecer, ellos se dirigían a su vivienda desde el centro de ese sitio turístico hasta el barrio Bascún, a la salida del cantón.

Los moradores pensaron que las detonaciones eran parte de alguna procesión en celebración a la Virgen de Agua Santa, su patrona, octubre es su mes.

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No era ninguna pirotecnia, sino las balas que le quitaron la vida a los Rivas, algo que aterrorizó a los habitantes y turistas de esa localidad.

Según el coronel William Calle, jefe de la Subzona de Policía, Joselo era el segundo al mando del grupo delincuencial Los Lagartos, quienes se estarían disputando el territorio del sur de Guayaquil con la banda criminal Los Tiburones.

Las muertes violentas se reportaron a las 19:00 del viernes 13 de octubre.

Cuando llegaron los agentes se confirmaron los nombres de las víctimas.

El joven murió en el lugar del hecho violento, mientras que Joselo fue trasladado hasta el Hospital Básico de Baños.

Una muchedumbre se formó en ese sitio. Al poco tiempo, el temor incrementó cuando se circuló el rumor de que en la casa de salud se había activado el Código Plata, para así evitar un nuevo ataque dirigido a la víctima, quien murió al ingresar a la casa de salud.

Según la necropsia, Joselo recibió 19 disparos y su hijo 13. El coronel Calle informó que los pillos habrían usado fusiles y pistolas.

Los sicarios se movilizaban en una camioneta que fue abandonada en Riobamba.

¿Qué hacían los Rivas en la ciudad tungurahuense? Era la pregunta que muchos se formulaban en Baños.

El jefe de la Subzona de Policía mencionó que, de acuerdo con las primeras investigaciones, Joselo ya tenía tres meses habitando en Baños de Agua Santa, junto con otras diez personas, quienes serían integrantes de la familia.

Dentro de la casa, la Policía halló tres vehículos, uno de ellos lo habrían conseguido mediante estafa y estaba a nombre de la mujer de Joselo, informó el uniformado.

En 2019 y 2022, José Rivas, alias Joselo, se salvó de morir en otros atentados a bala.

En el segundo ataque, los sicarios dispararon al menos por 60 ocasiones.

Sin embargo, el blindaje de su carro contuvo los disparos de los sicarios: 29 de los tiros fueron realizados con fusil y 31 con un arma 9 milímetros.

Cinco de los tiros se alojaron en la espalda, el cuello y el rostro de Joselo, a quien lo trasladaron a varias clínicas. Finalmente, lo atendieron en el Hospital Luis Vernaza.

La muerte de Rivas se produjo un día después del asesinato de George Samir Maestre Mena, alias Samir, en una incursión de sicarios a una urbanización de vía a la costa, en el norte de Guayaquil.

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