Guayaquil n Salvando las distancias y más allá de las épocas, este castaño de “La Gallada”, ya algo entradito en años, trae a la memoria nombres de acreditados caballos ecuatorianos que cumplieron satisfactoriamente en series altas como San Isidro, Alonso y Valentino, frecuentes animadores de importantes clásicos que dejaron una impronta de capacidad pistera y enorme capacidad de lucha.

En los comentarios previos a la prueba clásica se dividieron vaticinios entre Bafana Bafana y Assam; se animó con Di Lorenzo como atractivo lance y poco menos se despreció al hilo de Cielo y Villa Cañas, olvidando los antecedentes de Marco Polo y lo mucho que rinde en distancias medias y la nobleza que muestra siempre al momento de las definiciones.

Y vaya que hizo callar y aplaudir al mismo tiempo, extraña paradoja; de ahí que se guardan las erradas predicciones y salen a relucir la dignidad de hípicos a tiempo completo para ponerse de pie y aplaudir con todas las ganas su bien lograda victoria.

Marco Polo salió de un viaje a buscar la carrera, sin esperar regalo alguno; marcó el ritmo siempre junto a la empalizada y cuando para muchos se le venía la noche respondió bien al llamado del siempre atinado Luis Hurtado.

Victoria clara de este caballo egresado del Haras ‘J.R & S.’, hoy ‘Don Miguel’, que ahora suma 15 primeros puestos, seis de ellos clásicos, y que a los siete años de edad sigue rindiendo en el lote y en la distancia que lo anoten. Presentado por Armando Roncancio, Marco Polo recorrió los 1.300 metros en marca de 1.17.2, con parejos parciales de 24 y 48 que acreditan su rendimiento. SDP