El sur también existe. Aunque la frase pertenece a un poeta, entre los habitantes del sur de la capital la gente suele repetirla para describir el olvido de las autoridades ante la pobreza, la falta de empleo y la inseguridad.

El único momento en que el sur aparece en el radar de los políticos es en las campañas electorales. “Candidatos que en su vida han pisado Chiriyacu, que no conocen los miradores de La Sofía, en el sector de La Forestal, o que no usan el transporte urbano, se pasean subidos en camionetas ofreciendo el oro y el moro”, reflexiona Iván Rizo, quien vive en el sector de El Calzado.

Entre las muchas ofertas de campaña, pocas se centran en solucionar los problemas específicos de los 630.223 sureños. “No saben la realidad porque no son del vecindario, se inscriben como concejales del sur, pero viven en el norte”, dice Inés Simbaña, dueña de un local de comida por las Cinco Esquinas.

La inseguridad, el desempleo, la falta de vías y la mala calidad del transporte público son las principales preocupaciones de los sureños, según una encuesta de 2022 del colectivo Quito Cómo Vamos.

El robo en la calle, tipo arranche, y dentro del transporte público son los actos más comunes que le han pasado a la gente. El 59 % de los consultados en Quitumbe (extremo sur) y el 63 % de los habitantes de Eloy Alfaro creen que su barrio está peor que el 2021 y son pesimistas a que la situación mejore. En estos distritos, que aglutinan todos los barrios del sur, el 38 % ha sido víctima de la delincuencia.

La gente quiere seguridad, pero el rol de los concejales no está enfocado en eso, sino apoyar el trabajo del alcalde, en cuanto a la legislación. Por ejemplo, en 2022 se prohibió el porte de armas blancas, que muchas veces se usan en los asaltos.

Otros temas que preocupan, y que influyen en la percepción de la seguridad, son la iluminación en las calles, el estado de los parques y la venta de microtráfico.

Otro problema que interesa es la movilidad. Álvaro Guzmán, consultor en transporte y seguridad vial, indica que el reto para el sur es mejorar el sistema de transporte público. De acuerdo con estudios realizados para la elaboración del Plan Maestro de Movilidad Sostenible Distrito Metropolitano de ‘Quito 35’, las zonas en las que se genera la mayoría de viajes en bus son el centro y sur del Distrito Metropolitano. En cambio, el principal destino en el norte, en donde están ministerios, oficinas, empresas, etc.

Sobre la pobreza, hay un dato que evidencia más este problema. Los dos focos más grandes de desnutrición crónica infantil, que superan el 38 % del total de la ciudad, están localizados en el suroccidente de Quito. Es decir, en los barrios altos de Chillogallo, en donde además la gente carece de los servicios básicos como agua potable, servicio de alcantarillado y las vías son principalmente de tierra.

Si bien hay retos, los candidatos de esta zona de la capital también tienen una ventaja, es la cantidad de personas que votan. El Consejo Nacional Electoral dice que están habilitadas 460.335 personas. De este distrito puede salir el próximo alcalde. El sur tiene como característica positiva la cohesión social que se ve en los barrios, donde la gente aún se conoce y se saluda. En parte, esto se debe a la densidad poblacional.

En Quito, la media es de 63 habitantes por hectárea. Pero las parroquias con más habitantes son Solanda, con 176,29 hab/ha; San Bartolo, con 171,65; Chimbacalle, con 144, y La Ecuatoriana, con 126 habitantes por hectárea. Todas en el sur de la ciudad.

Las campañas, en ese sector, no están tan centradas en los proyectos o las líneas de acción. Hasta ahora, los candidatos han buscado darse a conocer a través de caravanas, en fiestas populares y mediante la entrega de regalos. “Si les damos los votos a los concejales del sur, es para que ayuden a los del sur. Que no se olviden de su gente”, pide Piedad Sangucho, vecina de la ciudadela Ibarra.