El pasado viernes Guayaquil soportó una lluvia que caotizó gran parte de la ciudad, era casi imposible escapar de los embotellamientos y por supuesto del estrés que produce manejar en medio de la tormenta. Se dice que en la ciudad se prepara siempre un plan invernal algo que es de competencia de la empresa correspondiente, para evitar las consabidas molestias, pero a quién acudir cuando por efectos del taponamiento de las alcantarillas muchos vehículos se quedan inundados, dañados o resultaron con averías que sin duda no estaban en el presupuesto de quienes tuvieron el infortunio de pasar por ciertas avenidas que luego de una intensa lluvia resultaron anegadas, digo inundadas en lo personal al pasar por la vía a Daule cerca del km 7 1/2 bajo el paso a desnivel que une la vía Perimetral con la Juan Tanca Marengo mi vehículo sufrió también al igual que muchos de averías. Debo reconocer que un Lada Niva es sin duda para mí un carro que sabe nadar, caí también en un hueco y se dañó uno de los amortiguadores posteriores felizmente y luego de 3 horas pude llegar a mi casa y contar mi odisea. Al día siguiente y después de haber sacado la alfombra, me pregunto ¿quién paga por los daños de mi amortiguador, mi foco delantero que reventó producto del agua y del tiempo perdido?

Manuel Maila López