Durante la noche del pasado sábado, una situación alarmante se desencadenó en el Centro de Rehabilitación Social de Loja, dejando como saldo la trágica muerte de José Benito Zambrano Molina, de 47 años, quien falleció mientras sus compañeros de celda clamaban por auxilio.

El incidente tuvo lugar en el Pabellón A, celda 17, donde un guía penitenciario realizaba su ronda rutinaria. Alrededor de treinta internos salieron apresuradamente con Zambrano, quien sufría de epilepsia, en busca de ayuda médica urgente. A su llegada, los paramédicos del Ministerio de Salud Pública confirmaron el deceso del recluso.

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Según informes preliminares, el hombre había sido detenido hace aproximadamente un mes en la provincia de Zamora Chinchipe por el delito de hurto. Además, se reveló que presentaba problemas de conducta, negándose a colaborar en los exámenes psicológicos realizados durante su estadía en el centro penitenciario.

El personal de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) llegó al lugar para realizar las investigaciones correspondientes. Durante el proceso, se descubrieron hematomas antiguos en el cuerpo de Zambrano, los cuales no parecían ser recientes, abriendo interrogantes sobre posibles episodios de violencia previos en la institución.

Ante la gravedad de la situación, el fiscal de turno ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado al Centro Forense, donde se realizará la autopsia pertinente para determinar la causa exacta de la muerte. Hasta las primeras horas de este domingo, el cuerpo de José Benito Zambrano Molina permanecía en el Centro Forense, a la espera de los resultados que arrojará la investigación.

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