Otro problema social que se atenderá, o al menos se intentará atender, desde la construcción de leyes. El pleno de la Asamblea aprobó la Ley de Alimentación Escolar para combatir la desnutrición y la obesidad infantil. El texto intenta establecer políticas de Estado que fortalezcan el vínculo entre nutrición, educación y sistemas alimentarios. Según sus impulsores, la norma intenta garantizar un proceso sostenible y un pilar del desarrollo de la sociedad ecuatoriana. En este proceso habrá una triple responsabilidad: Estado, sociedad y familia.

Para el asambleísta y autor del proyecto de ley, Mauricio Proaño, (de la bancada correísta) la malnutrición en el Ecuador es alta. La última Encuesta de Salud y Nutrición (Ensanut 2018) reportó que, uno de cada cuatro niños menores de cinco años (23 %) continúan con baja talla para su edad. Asimismo, 35 de cada 100 niñas y niños de 5 a 11 años (35,4 %), tienen sobrepeso y obesidad. En los últimos seis años, esta condición aumentó 5,5 %.

Además del preocupante deterioro en la salud infantil, las estadísticas dan cuenta de altos gastos del Estado y del sector privado. “En síntesis, los costos totales de la doble carga de malnutrición para el año de análisis ascienden a 4.344 millones de dólares en Ecuador por costos en salud y pérdida de productividad debido al impacto de la malnutrición. En relación con Producto Interno Bruto (PIB), este valor representa el 4,30 %”, dijo el legislador afín al gobierno anterior.

El proyecto promueve, continúan quienes defienden la ley pese a los cuestionamientos financieros, la entrega de comidas escolares saludables que contengan alimentos frescos, naturales y variados. Regula las ventas en los bares de escuelas y colegios, y establece parámetros para las ventas ambulantes fuera de las instituciones.

La alimentación de los niños, niñas y adolescentes será de acuerdo al entorno en que viven. Se priorizará la alimentación que proviene de la Economía Popular y Solidaria.

Para el proceso de articulación se crea el Sistema Nacional Integral de Alimentación Escolar que estará a cargo del Ministerio de Educación y que garantizará de manera permanente, con carácter de prioridad nacional, el derecho a la salud, alimentación y nutrición en el ámbito educativo.

El escenario ideal que dibujan los impulsores, sin embargo, no se aterriza con fuentes de financiamiento concretas ni con alternativas para las personas que viven de las ventas que hacen fuera de las unidades educativas.

La única respuesta escueta sobre la obtención de recursos es del presidente de la Comisión de Educación, Jimmy Candel. Él explicó que el financiamiento de la alimentación escolar se constituye en gasto permanente y que el Ministerio de Educación proveerá los recursos para el desarrollo de los planes y programas en el sistema público de educación. No dijo de dónde saldrá el dinero.

PARA SABER

Colaboración. Sin detalles ni mecanismos específicos, la Asamblea pide que se hagan convenios con municipios y ONG para la entrega de recursos.

Comité. Las escuelas y colegios deberán contar con un comité de alimentación que vigile el cumplimiento de la norma.

Presupuesto. La asignación presupuestaria para educación ha sido motivo de debate entre las autoridades.

La cifra. 0,5 % anual es el incremento que debe tener el presupuesto de Educación.