Señor Director, en octubre de 2015 el expresidente se refirió a los dineros ahorrados de los jubilados como ‘fonditos’. Claro. En aquellos tiempos de gloria de Correa con la oposición gacha y el común de la gente muriéndose del miedo, no se llegó a entender que en realidad los 8.000 millones de dólares eran una puchuela frente a los 300.000 que se habían hecho desaparecer con los presuntos negociados del petróleo.

Para tratar de nivelar el presupuesto, el irresponsable empezó a esquilmar a gobiernos seccionales, Banco Central, magisterio y otros, que sumados al perjuicio de la eliminación del 40 % de las pensiones del IESS le dieron algún respiro.

Tampoco supimos de los malabares que se ejecutó para distorsionar las cifras verdaderas y no superar el techo del 40 % de endeudamiento que le permitía la ley. Hoy después de tres años, por fin vamos entendiendo lo de los ’fonditos’ gracias a las ‘glositas’ (22,3 millones de dólares) que la Contraloría le aplica por pillo.

Todo esto que fue ignorado y encubierto por la Corte Constitucional y ‘el resto’, será la tumba de los presuntos responsables y sus testaferros que se defienden como gatos panza arriba. La justicia ha llegado.

Carlos G. Mosquera B.