A medida que la clase trabajadora aumenta su inteligencia, su educación, su eficiencia, e incluso cambia su estilo de vida, tiende a buscar mejores salarios, de tal forma que trabajan el número de horas en que la utilidad de sus ganancias aparentemente iguala a su desutilidad de su trabajo; por su lado, los empresarios, buscan maximizar su utilidad al analizar ingresos y costos. Dicha mejora de vida en cuanto a los parámetros mencionados, lleva al individuo a pensar en el futuro, por lo tanto, restringe aquellos egresos innecesarios, trayendo como efecto el crecimiento del ahorro privado, aumentaría la acumulación de capital, y en consecuencia las tasas de interés disminuirían.

Permitiendo por efecto que, los agentes económicos que buscan la captación de capital o los inversionistas, tengan la oportunidad de prestar dicho ahorro acumulado a una tasa de interés atractiva, y así emprender o invertir en negocios, incluso, el mismo individuo desarrollando la imaginación y su talento tiene la posibilidad de pasar de ser un obrero a un empresario; cuando en buena hora para la economía sus ahorros sean para invertir y generen movimiento de capital ya sea en producción o comercio, y no un ahorro por ahorrar.

El incremento de negocios (más trabajo, más recaudación de impuesto, menos pobreza y etc.) reducirá los precios de mercado, en razón que, los precios disminuyen al incremento de la oferta..

Econ. Boris Erazo Zambrano