“Se debe detener el bullicio en Guayaquil”

L as ciudades mientras más modernas, más limpias son, menos bulliciosas con buen tránsito tanto vehicular como peatonal, con seguridad pública, también privada. No con esto podríamos satanizar a nuestra ciudad pero sin tener que espantar enemigos gratuitos es la verdad que Guayaquil se ha convertido en tierra de nadie. Los vendedores ambulantes por doquier, la insalubridad que recibimos de los transportes públicos con humo y ruido de los motores a más del pito. El ruido de las casas musicales y almacenes que hacen publicidad.

Los festivales artísticos en cualquier parte de la ciudad, tanto de religiosos como de políticos y promociones de artículos varios. Debemos hacer una promoción a fin de desterrar este mal que se ha apoderado de la tranquilidad de los habitantes de nuestra bella ciudad. Los fines de semana son para descansar del arduo quehacer diario. Pasar en familia para estar leyendo un libro, una revista, oyendo música, viendo algún programa de TV y en el centro de la ciudad es imposible.

Este fin de semana fue un escándalo mayúsculo por 7 horas el ruido y el espectáculo en el parque del Centenario. No es intolerancia contra los organizadores, quienes fueron acompañados por empleados del Estado. Las autoridades deben señalar en los permisos desde y hasta qué hora pueden permanecer en el sitio; aunque para eso son los lugares cerrados y señalar lo que deben y no hacer.

Ab. Franklin Lituma Manzo