“Cuba se abre al mundo, y el mundo se abre a Cuba”
Siempre tuvo en la vanidad y en el orgullo su debilidad o talón de Aquiles. Porque Obama no lo visitó, Fidel Castro se sintió susceptible y herido en su vanidad, lo que ha obligado a escribir una carta en la que su orgullo desmedido le hace decir: “No necesitamos que el imperio nos regale nada”. Realmente no hay calidad moral para indilgar a otro el apelativo de “Imperio”, cuando el mismo comandante Castro, cual “emperador”, fue gobernante de la isla por 48 años. Solo existe hasta ahora un diario que es la voz oficial y omnímoda del partido comunista y lamentablemente carencia total de libertad de pensamiento. ¡Eso es imperialismo!
En casi medio siglo, sólo vivió del subsidio de Rusia y desde hace 17 años goza de la gratuidad del petróleo donado por Venezuela. Entonces, ¿cómo es que después de cinco décadas don Fidel no fue capaz de lograr el bienestar y la felicidad de sus compatriotas? El mundo está a la expectativa de que al fortalecerse la relación económica, cultural, científica y tecnológica con EE. UU., resurja la esperanza para ese pueblo que no mereció sufrir por tanto tiempo. Con esto, posiblemente se le acabe la fiesta a quienes detentan el poder absoluto y las barreras desaparezcan, porque como dijo un cubano: “Cuba se abre al mundo y el mundo a Cuba”.
Víctor Terán