
Introversion vs. timidez son lo mismo
¿Conoce a alguien que en el clímax de una fiesta o una charla grupal es el único que no hace ningún comentario y evita a toda costa ser el centro de atención? Su comportamiento tiene una explicación y puede deberse a que sea tímido o introvertido, térm
Una duda que se presenta constantemente entre ambos términos. Diferenciarlos ayudará a saber cómo actuar ante cada caso.
¿Conoce a alguien que en el clímax de una fiesta o una charla grupal es el único que no hace ningún comentario y evita a toda costa ser el centro de atención? Su comportamiento tiene una explicación y puede deberse a que sea tímido o introvertido, términos que socialmente se llegan a confundir por las primeras señales externas, pero que son totalmente distintos.
Según Jorge Luis Escobar, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos, la diferencia radica en las causas de por qué la persona prefiere mantenerse en silencio y evitar la interacción social.
Así, aunque el tímido puede desear participar de la conversación, opta por eludirla porque el temor se lo impide; mientras que el introvertido la evita porque no disfruta realmente de relacionarse con grandes grupos de personas. “No es una enfermedad, es una personalidad que siempre se queda adentro, porque se siente bien así y no necesariamente porque tenga miedo”, explica Escobar.
Cómo actuar
Si luego de un análisis, un especialista ya determinó que el paciente es tímido, es preciso motivarlo a desarrollar su amor propio e identificar en qué circunstancias, principalmente, el miedo aparece para impulsarlo a enfrentarlo poco a poco. Por ejemplo, si su niño tiene miedo de exponer solo en el salón de clases, practique en casa junto a él, párese a su lado y enséñele cómo debe ser su postura o cuál es la entonación adecuada...
Recuerde que frases como “él desde chiquito es así porque tuvo un susto o en una fiesta se le burlaron y desde ahí se hizo tímido o introvertido”, son expresiones que es mejor evitar, porque a criterio de Escobar si a una persona le hacen creer que es de cierta manera, probablemente de adulto será así. “Lo mejor es dejar de adivinar y aprender a diferenciar las conductas y emociones complementando con una asesoría profesional para dejar de hablar de etiquetas psicológicas o mentales de forma equivocada”.