Es casi incontable la cantidad de personas que rodean a una autoridad. Tal ha sido el caso de la alcaldesa Cynthia Viteri, quien públicamente reveló que contrajo COVID-19. Se sabe que tanto ella como su esposo guardan aislamiento domiciliario, pero no queda claro si sus compañeros municipales recibieron algún tipo de instrucción especial para evitar mayores contagios.

En redes sociales, fue la joven Fernanda Arreaga quien presentó su descontento, al asegurar que su madre, una funcionaria municipal que “estuvo en contacto directo” con Viteri, aún con síntomas, no fue atendida mediante el número de reporte del virus 171. En contraste, a Viteri las pruebas le llegaron el mismo día en que se tomó la muestra.

“Me derivaban con una persona y otra. Y nadie me da respuesta. Cuando por fin me atendieron, luego de dos largas horas, me dan una cita para el 10 de abril”, cita Arreaga en su cuenta de Twitter.

No es el único caso municipal que asegura no haber recibido ningún tipo de atención o recomendación por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP). Concejales como Luis Almeida, Lídice Aldaz y Andrés Guschmer explicaron a este Diario que, tras conocer el caso de la alcaldesa han llevado un aislamiento con sus familias voluntario y estricto.

Según Guschmer, la Dirección municipal de Salud, encabezada por Martha Santos, hizo una lista de los funcionarios más cercanos a Viteri para seguir recomendaciones especiales, explicó. Aunque no se conoce cuántas personas deberían tomar la medida y con este Diario, nadie se ha puesto en contacto pese a las coberturas informativas habituales en sede municipal.

“La reacción del Ministerio ha sido rápida en las decisiones. Después, cómo se están realizando los cercos epidemiológicos es evidente que se podría hacer una mejor labor, pero hay que tomar en cuenta que estamos hablando de miles de personas que entran en esa posible lista de contagio...”, dice.

Ayer, el Municipio de Guayaquil emitió un comunicado en el que se indicaba que los colaboradores que estuvieron junto a la Alcaldesa se mantienen en aislamiento preventivo obligatorio.

Periodistas locales también sienten preocupación. “Teniendo en cuenta el contagio de una alcaldesa, ella ha tenido contacto con muchas personas, no solo con medios de comunicación y (personal municipal), entonces se debió hacer un cerco”, piensa Ana (nombre protegido), periodista de un canal porteño. Ella asegura que lleva un aislamiento en su dormitorio para evitar contacto con su familia.