Cuando los hijos se van...

Cuando los hijos se van...

Ese día llegará. No habrá dolor si con su pareja tienen un plan de vida. Aproveche los cambios, son oportunidades.

Consiguió trabajo en otra ciudad; estudiará en el exterior una maestría; decidió vivir solo o con su pareja, estas u otras razones ‘abrirán las alas de sus hijos para volar del nido’, dejándolo vacío. ¿Cómo lo afrontarán los padres?

Una sensación de soledad y tristeza es normal, pero si esta se prolonga mucho significa que no aceptan que ellos tienen derecho a independizarse y hacer su propia vida...

A criterio de Susana Osorno, miembro de la Federación Ecuatoriana de Psicólogos Clínicos, los progenitores deben ser los primeros en darle seguridad a su vástago por la decisión que acaba de tomar. “Viva ese paso con él”, enfatiza.

El verdadero problema no es que se vayan, sino que no exista un plan de vida, “suele pasar que papá o mamá se dedicaron por completo a atender a sus hijos, que se olvidaron de cuidar su relación y cuando se quedan solos no saben qué hacer”.

Por eso es tiempo de crecer y crear momentos inolvidables para el otro, recuerde que amar más que un sentimiento, es una decisión. Si uno de los dos se quedó en la tristeza, que el más estable lo ayude a salir de ella, motivándolo a hacer cosas que le guste, para que poco a poco se deshabitúe de la costumbre de sufrir”, enfatiza la experta.

Los hijos se van -reflexiona Osorno- no porque quieran escapar de sus padres, sino por vivir sus propias experiencias, por eso mientras vivan con usted recomienda disfrutarlos, pero sin aferrarse ni centrarse solo en ellos porque puede asfixiarlos. Y darles las herramientas emocionales para que sean capaces de seguir su camino: conocerse, amarse y respetarse a

sí mismos, analizar los pros y contras de sus vivencias y de las ajenas con objetividad; aprender a cerrar ciclos de vida y crear sus propios proyectos.

Recomendaciones

- No culpe a nadie por la partida: amigos, jefes, novio (a), vea esto como oportunidad para que su hijo crezca y madure.

- Exprese lo que siente, llore, comparta con su pareja sus miedos. Hablen de su realidad (sin criticar o menospreciar), es decir cómo ve la relación, pues uno puede pensar que todo está perfecto, pero el otro no; juntos construyan una nueva realidad.

- Organice su tiempo para hacer actividades individuales y en pareja: Tome un curso, viaje, salga con amigos. Para ello considere sus recursos financieros y de salud.

- El cuarto de su hijo transfórmelo en el ambiente que desee: biblioteca, gym, etc.