No todos los héroes tienen capa y superpoderes, algunos simplemente trabajan arduamente por el bien común en sus campos de acción. La constancia, el esfuerzo y la dedicación son los pilares fundamentales para que se mantenga la libertad alcanzada

La psicología en épocas de crisis debe ser prioritaria para todos

La inseguridad, la disfuncionalidad en los hogares, la violencia en las familias, hace que los cuidados psicológicos crezcan en la sociedad, principalmente en los menores de edad.

Leslie Casco, psicopedagoga de 27 años, busca que los niños puedan crecer lejos de los traumas y las dificultades que en el día a día puede causarles la situación del país. “Las diferentes dinámicas negativas que se viven actualmente hacen que los niños puedan tener complicaciones en su etapa de crecimiento. Buscamos mantener reuniones periódicas con los padres de familia para trabajar en conjunto”, explica Casco, que indica cómo afecta lo que ocurre a los más pequeños. “Muchos niños se sienten amenazados porque ni siquiera pueden ir a los parques por la inseguridad, por ejemplo. Nosotros trabajamos con actividades recreativas, juegos y algunos otros métodos en los que se busca que ellos puedan controlar sus emociones”.

La profesional explica que cuidar de los menores resulta muy importante y más aún en sus primeros años de vida. “Los niños son como esponjas y absorben todo, ellos aprenden de todo lo que ven y lo que el adulto les enseña”.

A juicio de Casco, urge que las autoridades puedan elaborar proyectos en los que se incluya la capacitación a los padres para saber cómo actuar ante esta clase de situaciones, donde los niños se ven afectados.

Los niños son el cimiento de la sociedad

Lenin García lleva en la docencia más de 20 años. Su área de enfoque, desde sus inicios, fueron los más pequeños, de entre cinco y 12 años. Unos ‘semilleros’ a los que se dedicó a regar, cuidar y cultivar para entregar a la sociedad a buenos seres humanos. Así lo sostiene este profesor que, desde la Cultura Física, se ha convertido en el confidente, apoyo y guía de esos seres que han estado envueltos en problemas familiares, de alcoholismo, drogadicción e incluso maltrato. El último año escolar trabajó con 500 pequeños y para todos siempre hubo un gesto, palabra, consejo o ayuda de por medio. Por eso, este ‘superprofe’, como lo llaman sus estudiantes, es uno de los más queridos de la escuela Luis Pasteur, situada en la parroquia Guayllabamba, en el nororiente de Quito. “Cuando los veo, escucho y puedo ayudarlos, solo ratifico que no me equivoqué al escoger mi profesión y siempre lucharé para que mis guaguas estén bien, sean buenas personas, ajenas a los delitos y cosas malas que hoy en día más se vive, porque de ellos depende el mañana y en ellos está la esperanza de que tengamos un mundo mejor”, concluye.

En pie de lucha por un Ecuador más verde

“Salvar al planeta”, parece una utopía, sin embargo, es el lema de vida del ingeniero Xavier Salgado, un activista pro medioambiente que busca con pequeñas acciones hacer que la vida de nuestra casa, el planeta Tierra, sea más duradera.

“Buscamos que las personas conciencien sobre la importancia de la ecología y el cuidado del medioambiente. La gente a veces no conoce sobre estos temas y queremos que todos podamos ayudar con un pequeño granito de arena. Es por esto que nos encargamos de dar charlas en los vecindarios guayaquileños y también a niños y jóvenes”, dice Salgado sobre su trabajo como ambientalista.

Salgado asegura que su objetivo es conseguir más espacios verdes para Guayaquil, ciudad donde reside y para el país. “Con un equipo de trabajo sembramos árboles, limpiamos zonas en mal estado, entre otras actividades. Es una tarea que se debe realizar a diario”, comenta este especialista, quien ha participado activamente desde hace varios años en la recuperación del estero Salado, el cuidado de la Playita del Guasmo y la recuperación de la ciudadela Paraíso. “Esperamos que más personas se unan a iniciativas medioambientalistas y juntos trabajar por un Guayaquil y Ecuador más verde”, enfatiza.

Trabajar por la comunidad es su legado

La lucha por recuperar la paz, seguridad, tranquilidad y buen vivir en uno de los barrios más tradicionales y antiguos de Quito es una tarea titánica que enfrenta María Augusta Katz. El amor por La Floresta, situado en el centro norte de la urbe, lo heredó de sus ancestros y hoy en día es una de las dirigentes más tenaces y firmes con las que cuenta este sector. Desde que asumió un ala de la dirigencia decidió invertir más del 50 % de su tiempo en creación de proyectos, desarrollo de asambleas con los vecinos, reuniones con las autoridades del Cabildo. Dejó sus proyectos personales de lado para volverse una defensora de su comunidad. ¿Por qué lo hace? Su respuesta es una sola. Por amor. En ella pesa más la necesidad por ver brillar nuevamente a este barrio que una vez fue uno de los más emblemáticos de la capital. Inculcar valores de unión, empatía, solidaridad, trabajo en equipo son algunos de los preceptos que se han forjado para que poco a poco esta localidad, con más de 9.000 habitantes, recupere la unión. Con el paso de los días, las gestiones empiezan a dar frutos y frenar a la inseguridad, ya se basa en certezas.

Por más espacio para ellas en el periodismo deportivo

El fútbol es un deporte de hombre, es la frase que de a poco se ha ido borrando en los medios de comunicación del Ecuador, y la mujer ha ido ganando espacio detrás de las cámaras y los micrófonos.

Mariapaz Maldonado, periodista y directora de Radio Diblú, en Guayaquil, desde hace 9 años; asegura que lograr esa equidad no ha sido sencilla, pero finalmente se la ha alcanzado. “Al inicio siempre es difícil porque el fútbol históricamente ha estado lleno de hombres, hemos venido ganando nuestro espacio y eso es un gran ejemplo de libertad”, comenta con orgullo, al recordar uno de sus mayores logros. “Hemos hecho paneles (programa) de solo mujeres y ahora tenemos todos los lunes una transmisión completamente femenina”, cuenta emocionada.

La periodista considera que ganarse un espacio en el periodismo deportivo ha sido un trabajo en conjunto con los directivos del medio en el que labora, sus compañeros y la sociedad.

“Es un logro de todos, podemos ser un gran complemento para los hombres que aportan mucho con su experiencia. Hoy, como se puede ver en casi todos los campos, se busca trabajar en equipo. Mantener un balance, y eso es parte de esa lucha y muestra de esfuerzo y dedicación”, concluyó.