“Hola. Me gustaría reportar que estuve en contacto con la hermana de la primera paciente detectada con coronavirus en Ecuador, quien estuvo en contacto con la paciente en cuestión hace 15 días, pero no tiene síntomas. ¿Cuál es el procedimiento?, ¿qué debería hacer?”, explica una redactora de EXPRESO, en la sala de emergencias del Hospital del Guasmo, en el sur de Guayaquil.

Al mediodía, esa casa de salud está en calma. Enfermeras, doctores y guardias usan mascarillas 3m. La fila de pacientes no supera las seis personas y avanza de forma vertiginosa. El procedimiento empieza con un primer chequeo de los signos vitales, y luego la asignación de un médico.

“¿Tiene algún síntoma? ¿Cuándo fue el contacto?”, pregunta una doctora. “No tengo ningún síntoma. Me estoy curando de una faringitis y tengo un proceso alérgico, es lo que me dijeron en un dispensario, pero nada más. El contacto con esta persona lo tuve ayer (hace dos días)”, responde la periodista. “Ah bueno, déjeme consultar con mi jefe de piso entonces”, dice la doctora.

Pasan algunos minutos. Luego de llenar una ficha, nos hacen pasar a una sala médica, por sospechar del contacto que tuvimos durante la entrevista con la hermana de la primera enferma de coronavirus en el país. La familiar confirmó a este Diario que no se ha sometido a pruebas. Una versión que dista de la de las autoridades.

Este medio pide aclarar las dudas para saber cómo actuar. “Solamente le pido que revise si a la hermana de la señora contagiada con el virus se le hizo un examen para ver si tengo riesgo”. El jefe de piso confirma que quien sí recibió la prueba en esa casa de salud fue otra hermana de la paciente que hoy está en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Salud, en cambio, asegura que la pariente por la que se consulta sí fue atendida y que su resultado fue negativo.

“Pero díganme, ¿cómo actúo? ¿La hermana de la primera persona con Conavid-19 fue examinada, realmente no representaba un riesgo?”. No hay certezas.

“Solo haremos la prueba si la persona tiene síntomas, usted no tiene ninguno. Vamos a notificar a su distrito zonal para que le hagan un seguimiento”, ofrece el jefe departamental.

Aún hay dudas. “Bueno, pero si no saben esos datos, o si puede representar un riesgo para mí y el resto de mi equipo, ¿qué hago?, ¿debo cambiar mi alimentación, cómo reforzar mis defensas?”. El médico asiente: “Si quiere, puede inyectarse pascorbin, para que aumente las defensas. Pero, realmente, usted es joven. No está en riesgo. Solo vaya a su casa, informaremos a su distrito”, calma el doctor.

Tres horas después, una médica llama. “Hola. Me dicen que usted tuvo contacto con la hermana de una de las infectadas del virus. ¿Cómo se siente? En estos días, enviaremos a un médico para que la acompañe. Por ahora, debe estar en casa”, menciona sin dar detalles.

“Tengo que trabajar, ¿me van a dar un certificado médico o algo?”. No. “Para usted tener un certificado de aislamiento debe ser valorada primero por contacto directo o por haber estado en alguna zona o país... España, Irak, todos esos”, dice. “No, pero ya les expliqué cómo pudo ser el riesgo”.