Luis Taday tiene su casa en el barrio La Esperanza, en Alausí (Chimborazo), muy cerca a donde se dio el deslave el pasado sábado 18 de febrero de 2023. Las paredes presentan grandes fisuras, y es más, parte del material la ha semicubierto “No se puede dormir. Pero no me puedo ir dejando a mis animalitos, de eso vivo”, afirmó. Cómo Luis, muchos de sus vecinos se encuentran a la expectativa de lo que suceda.

La Secretaría de Gestión de Riesgos llegó con varios instrumentos para establecer el origen de estos asentamientos de la tierra. Según Luis Chuquimarca, técnico de Riesgos del GAD municipal, trabajaron hasta antes del feriado.

“El viernes se terminó de medir (tamaño de grietas y otras variables) con equipo técnico. Esperamos que hasta esta semana se entreguen todos los resultados”, afirma.

Las mesas técnicas se activaron el pasado 20 de febrero de 2023, durante la reunión del COE en Alausí, y se espera poder tomar acciones con base en los informes técnicos.

La zona de riesgo abarca 247 hectáreas, que han sido declaradas en alerta amarilla, debido a los desprendimientos de la montaña en el sector Casual, que taponó la Panamericana.