¿Qué hace una persona responsable cuando sabe con anticipación que va a dejar determinado cargo o posición en una empresa o en cualquier otro tipo de institución? La respuesta sensata sería que pone las cosas en orden y al día para entregarlas de manera organizada a quien venga a reemplazarlo en el cargo. Estoy segura de que bajo ningún concepto el administrador saliente de una empresa comienza a endeudar el negocio de manera exorbitante e irresponsable, descabeza dependencias o toma medidas delicadas, con repercusión para su andar económico. Por el contrario, con absoluta prudencia maneja la empresa de la manera más conservadora y transparente posible, para que el nuevo administrador la reciba en orden y pueda tomar las decisiones que crea convenientes. Ahora veamos qué es lo que ha hecho el actual Gobierno en estos últimos días y a pocos meses de tener elecciones presidenciales: hace poco descabezó y reemplazó prácticamente a toda la cúpula de las Fuerzas Armadas, con el argumento de que no guardaban la disciplina necesaria, por lo que era imprescindible nombrar nuevos elementos que se sometan al orden que el comandante en jefe requiere. Ya está en el pleno de la Asamblea para votación, la ley de plusvalía, que tanto rechazo generó entre la ciudadanía y que, hábilmente, dejaron dormir en su momento, para ahora en un abrir y cerrar de ojos, y al descuido, desempolvarla. Incrementaron el encaje bancario, lo que ocasionará retiro de recursos de los bancos privados, para que pasen al control del Banco Central del Ecuador, donde todos sabemos quién dispone. Emitieron y vendieron bonos para levantar liquidez para las obesas arcas fiscales. Intentó obligar a la banca privada a manejar dinero electrónico, que por ahora ha quedado en suspenso.

¿Qué más pensarán hacer y bajo qué agenda se están moviendo? Lo que sí está claro es que actúan como si nunca pensaran irse y sin tener el más mínimo interés y cuidado en el estado en que dejan el país para todos los ecuatorianos y su nuevo presidente ¿Sabrán algo que yo no?

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