
Frente a un centro digestivo moderno
Carlos Robles Medranda es un médico guayaquileño de 37 años y es el director del Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (IECED), un centro al que ubicó como el único acreditado del país por la Organización Mundial de Endoscopía. Y lo logró por contar con tecnologías únicas en América Latina, que permiten diagnósticos más precisos y sin dolor.
En su trabajo, las endoscopías son clave para detectar estas enfermedades. Normalmente, con este procedimiento, que se realiza introduciendo un aparato por la boca, el médico observa cómo está la mucosa del estómago, pero no puede ver las células. Para eso se toman biopsias, a veces a ciegas, con lo que puede haber un error en el diagnóstico. Con la endomicroscopía confocal que él ofrece en su centro, y que es única en los pacientes de la región, se observan las células en vivo durante el procedimiento.
Especializado en Francia y Brasil y presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Gastroenterología, recibió el año pasado el premio a la Excelencia Médica entregado por la Confederación Internacional de Salud. “Hemos implantado nuevos estilos en la manera de trabajar, en el sentido de ofrecer ausencia del dolor a través de una sedación más profunda guiada por un anestesiólogo”, explica.
En su centro, ubicado en el Omnihospital, recibía la semana pasada nuevos equipos. Y es que él es líder de opinión de varias compañías que ofrecen nuevas tecnologías y que lo buscan para que vea qué impacto van a tener esos equipos en los pacientes de la región. En esta línea, su grupo de trabajo desarrolla entre diez y catorce investigaciones al año. Algunas han ganado reconocimientos internacionales, por ejemplo en Europa.
Su experiencia lo ha llevado también a ser editor de revistas internacionales como la europea y americana de Endoscopía Gastroenterológica. Es quien se encarga de revisar los artículos para ver si cumplen con todos los estándares para ser publicados. La meta de este profesional es hacer del IECED un centro no solo de referencia nacional sino de América Latina. “Queremos hacer un centro de nivel 4, que no hay en el país ni en la región”, dice el director de este instituto que hace cirugías por vía endoscópica de manera mínimamente invasiva, a través de la boca o del recto sin necesidad de abrir a los pacientes, y que trata problemas biliares y pancreáticos, además de inflamaciones, reflujos y gastritis.