Causa indignación, impotencia, y un sinnúmero de emociones al ver las gráficas en los diarios de cómo se judicializan acciones correctas. Y más aún cuando se trata de personas intachables que deben ser exoneradas de cualquier juicio o abuso por haber llegado a una edad tan respetable como lo son sus actividades a las que se deben.

En el caso del enjuiciamiento de los señores miembros de la Comisión Anticorrupción causa vergüenza ajena saber que no se estarían respetando los derechos y las condiciones de quienes se merecen ser escuchados. Como informó EXPRESO, los fiscalizadores son fiscalizados.

Francisco Rosario