El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos ha puesto en marcha, a través de la vocalía nacional de Alimentación, una campaña dirigida a ciudadanos y profesionales con el fin de prevenir las posibles interacciones alimento-medicamento (IAM). 

Estas interacciones entre alimentos y medicamentos no son tan detectables como las interacciones entre medicamentos. 

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Sin embargo, su frecuencia es mucho mayor, ya que a menudo se toman los medicamentos con las comidas.

Las interacciones pueden no ser importantes, pero existen factores de riesgo que pueden agravar las consecuencias de la interacción. Estos pueden ser propios de los medicamentos (margen terapéutico, formulación, vía de administración, etc.) y del propio paciente (edad, sexo, función hepática o renal, enfermedades concomitantes...). 

Las interacciones no siempre son negativas, de hecho, puede llegar a ser muy provechosas. Para ello, hay que conocer en qué momento pueden estar juntos y en qué momentos no.

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