Una ‘camisa de fuerza’ que podría requerir revisión. La reforma de 2016 a la Ley de Servicio Público y al Código del Trabajo de la que nació lo que se conoce como la Ley de Feriados sería, además de la falta de previsión, una de las razones para que las autoridades continúen tomando medidas restrictivas, por la pandemia de COVID-19, a víspera de los días festivos y no antes.

Esta situación tiene preocupado y decepcionado al sector turístico del país, que ve cómo un año después de iniciada la emergencia sanitaria todavía no se genera una normativa clara. Algunos sectores consideran que se debieron suspender los feriados por un tiempo, lo que habría generado, al menos, una certeza dentro de las empresas que viven del turismo, pero al haber una ley de por medio se dificulta tomar una decisión que la contradiga.

Holbach Muñeton, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, le dijo a EXPRESO que cuando inició la pandemia pidió que se eliminen, por lo menos, los seis primeros feriados de 2020 para que se vaya probando y planificando cómo será la actividad turística una vez que se proceda a la reapertura gradual de actividades. No tuvo respuesta.

Esto a pesar de que en mayo pasado la entonces ministra de Gobierno, María Paula Romo, dijo que el Ejecutivo pensaba en una regulación en el tema de los feriados, aunque en el contexto de que el país necesitaba trabajar más, debido a los días de paralización. El tema es que los 11 días de feriados nacionales están establecidos en la ley vigente.

“El nuevo presidente, sea quien sea, tiene que revisar esa Ley de Feriados y adaptarla, primero, a esta nueva realidad. El concepto es bueno, porque estaba pensado en que los ecuatorianos viajen dentro del país, ¿pero qué sucede? Que hacer turismo dentro del país es costoso por los impuestos y muchos prefieren irse al exterior”, dijo Muñeton.

Una revisión de la normativa podría surgir por iniciativa de la Función Ejecutiva o Legislativa, que podría canalizar el pedido ciudadano, en este caso del sector turístico, que es uno de los más afectados por la pandemia.

Wilma Andrade, asambleísta reelecta por la Izquierda Democrática (ID), cree que es pertinente y urgente que se planteen las reformas del caso, incluso antes de que concluya su periodo la actual Asamblea Nacional (AN), para que la nueva asuma este planteamiento.

“Los ciudadanos tienen la opción de establecer diálogos con una comisión, en este caso con la de Desarrollo Económico y Productivo. No pueden presentar una normativa pero sí plantear la propuesta y el asambleísta presentarla al Consejo de Administración Legislativa (CAL)”, explicó Andrade.

Pero no todos en el sector están muy seguros de que la razón de mayor peso para esta descoordinación y medidas de última hora encuentre una solución con la revisión de la normativa.

André Oriol, presidente de la Asociación Hotelera del Ecuador, considera que la solución a corto plazo, porque la reforma a la ley podría tomar meses o años, se sustenta en dos planes: el primero es fijar con claridad la planificación y restricciones de los feriados con varias semanas de antelación y el segundo es presentar un plan de vacunación efectivo para reactivar la economía.

No ve en la suspensión de feriados una opción que favorezca al sector, que va sumando pérdidas.

En esta misma línea se ubica Esteban Torres, legislador reelecto por Tungurahua, que no ve muy viable pensar en una reforma a la ley en lo que resta de este año, mientras que las medidas para rescatar al sector son urgentes y pueden ser tomadas desde el Ejecutivo.

“Tampoco soy partidario de estas restricciones y menos de los grandes cierres. Sorprende que se siga pensando que las aglomeraciones solo se dan en restaurantes y sitios turísticos, cuando está claro que es en fiestas privadas”, manifestó el legislador.

Aunque los dos finalistas de las elecciones presidenciales, Andrés Arauz (UNES) y Guillermo Lasso (CREO-PSC), incluyen en sus planes acciones para el turismo, no se han pronunciado sobre esta preocupación específica.