
Esgrima, fusion entre disciplina y fuerza
Atacar, defenderse y contraatacar son las claves de este clásico deporte que forma parte de los Juegos Olímpicos.
El juego tiene tres asaltos, cada uno de tres minutos, con uno de descanso. Gana quien al final haya conseguido tocar al jugador 15 veces. Si hay empate, se da un minuto extra. Y 400 calorías se queman, en promedio, en el entrenamiento de una hora.
¡En guardia, listo, adelante! Si está en busca de alguna actividad que logre desarrollar tanto la resistencia física como las habilidades mentales, el esgrima cumple con esos aspectos. Manuel Suárez, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Esgrima, explica que se trata de un deporte de combate en el que se enfrentan dos contrincantes con un arma blanca, sin punta (espada, florete o sable), con el objetivo de lograr el mayor número de ‘toques’ al otro jugador.
Beneficios
- Se incrementan las habilidades físicas como la rapidez, flexibilidad y fuerza. Al necesitar de un entrenamiento general, previo al combate y para evitar cualquier lesión, se deben ejercitar todos los grupos musculares. Sin embargo, las zonas que más se fortalecen son las piernas, espalda y brazos.
- Se fomentan el pensamiento táctico y capacidades como el autocontrol, iniciativa y seguridad. “El jugador en segundos debe analizar a su contrincante, decidir de qué forma arremeter, imaginar cuál será la reacción del otro jugador y saber con qué maniobra contraatacar”, dice Suárez.
Equipamiento
Para evitar accidentes durante la competición es crucial usar un equipo que cubra y proteja todo el cuerpo del jugador. Lo esencial es una careta enrejada, chaqueta , peto interno (protector para el área del pecho y abdomen), pantalón, medias, guantes y zapatillas lisas para un correcto desplazamiento.
Datos
- Su origen es español.
- Pueden practicarlo los niños desde los ocho años.
- La clase para principiantes dura una hora y para avanzados hasta tres.
Zonas a atacar:
Con sable
Con florete
Con espada