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Estudiantes en Ecuador buscan preparación práctica para gestionar sus ingresos y gastos en la vida adultaMinisterio de Educación

¿Cómo se enseña la educación financiera a los jóvenes en Ecuador?

Los expertos alertan que la formación teórica no prepara a los jóvenes para manejar su economía diaria

En Ecuador, muchos jóvenes enfrentan la vida adulta sin las herramientas necesarias para manejar sus finanzas personales de forma responsable. La economista y docente de Universidad Internacional del Ecuador, Melissa Loor, advierte que esta carencia debe ser atendida con programas estructurados y continuos que enseñen desde cómo administrar la mesada hasta cómo planificar inversiones.

El Ministerio de Educación informó a Diario EXPRESO, vía correo, que desde 2024 la educación financiera está incorporada en la malla curricular. Sin embargo, no otorgó una fecha para conceder una entrevista y profundizar sobre la metodología, los niveles educativos involucrados ni la implementación práctica.

El programa, según el Ministerio, busca no solo transmitir conocimientos sobre finanzas, sino también formar valores, actitudes y habilidades que permitan tomar decisiones responsables y éticas.

Jóvenes consideran que la formación es superficial y poco útil

Sin embargo, Loor insiste en que la educación financiera no puede limitarse a un par de asignaturas ocasionales. “La educación financiera debe formar parte del día a día del estudiante, con ejemplos prácticos, ejercicios de presupuesto y simulaciones que conecten con la vida real”, sostiene.

Aunque la educación financiera se imparte bajo la asignatura de educación social y financiera, estudiantes consideran que la formación es superficial. Erika Pincay, de 17 años, estudiante de segundo bachillerato contable, sostiene que “nos explicaron algo superficial, pero no cómo funcionan realmente los créditos ni cómo ahorrar”. Según ella, esta falta de preparación pone en riesgo la estabilidad económica futura de sus compañeros.

Felipe Zambrano, de 18 años, estudiante de Ingeniería Automotriz, coincide en que “en Emprendimiento y Gestión nos enseñaron cómo funcionan los ingresos, pero fue muy general y nada práctico”. Aunque reconoce que conoce el concepto de interés, admite que no sabe cómo aplicarlo ni cuál banco le ofrecería mejores opciones. “Faltan materias que nos enseñen sobre préstamos, impuestos y manejo real de cuentas”, enfatiza.

La educación financiera práctica es clave para evitar deudas innecesarias

Los expertos señalan que no basta con enseñar conceptos generales: la formación debe ser transversal y enfocada en situaciones cotidianas como el uso del crédito, la planificación de gastos, el ahorro y los impuestos. Solo así se lograrán hábitos financieros saludables desde temprana edad.

En esta misma línea, Verónica Artola, economista y consultora financiera de COONECTA y de la Red de Integración Ecuatoriana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Icored), señala que solo tres de cada diez ecuatorianos han recibido educación financiera. Desde abril de 2023, COONECTA lanzó la plataforma virtual gratuita “Yo decido mis futuros, mis finanzas”, que ha capacitado a más de 13.000 personas en 20 cooperativas del país. Esta herramienta aborda temas prácticos como ahorro, inversión y sobreendeudamiento, con un enfoque inclusivo y de género.

Artola enfatiza que “es súper importante universalizar la educación financiera en bachillerato para que los jóvenes proyecten sus gastos y planifiquen su futuro”. La ausencia de esta formación contribuye a que muchas personas vivan más allá de sus posibilidades y se endeuden con varias instituciones financieras. “Con educación, pueden comparar condiciones y evitar créditos innecesarios”, concluye.

¿Qué piden los estudiantes para mejorar su formación financiera?

Los expertos coinciden en que, aunque la educación financiera está formalmente incluida en las escuelas, su aplicación práctica y profundidad son insuficientes.

Sariha Moya

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Los jóvenes demandan talleres, clases dinámicas y metodologías que los preparen para la vida real y no solo para aprobar una materia.

Erika Pincay resume el sentir de sus compañeros: “Nos enseñan lo básico, pero no cómo manejar nuestro dinero en la práctica”. Felipe Zambrano también plantea que “falta una preparación real para manejar el dinero que ganaremos en el futuro”.

Este vacío educativo genera preocupación entre los jóvenes, quienes entienden la importancia de administrar sus recursos, pero sienten que no cuentan con las herramientas adecuadas.

La falta de educación financiera práctica, sumada a las dificultades laborales, podría perpetuar un ciclo de sobreendeudamiento y decisiones económicas mal fundamentadas.

Para ellos, el desafío no es solo aprender conceptos financieros, sino saber aplicarlos cuando enfrenten decisiones por sí solos , como ahorrar, invertir o tomar un crédito.

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