Faltan apenas dos días para que termine el año, y la mayoría de compatriotas se apresta a querer pasarla lo mejor posible a pesar de que ha sido un 2019 muy difícil. Todos esperamos que el 2020 sea diferente, pero a favor, sin tantos malos ratos como ha sido este 2019.

Entre amigos recordábamos recién que, a mediados del siglo anterior, nuestra juventud era más sana. Muy pocos conocían la marihuana, peor tantas drogas de estos días... Y los más pudientes de Guayaquil, cuyos padres eran “gente rica” que se daban el lujo de tener auto propio, la gran novelería de ellos era salir al Boulevard Nueve de Octubre y dar vueltas y más vueltas, una ya desaparecida costumbre. Y por ello los compatriotas de otras ciudades, especialmente de Quito, le decían “la cuerda del mono” a nuestra calle más conocida de esos tiempos.

El mismo “año viejo” o monigote, muchas veces se buscaba que se pareciera al Jefe de Estado o a la autoridad local mal vista o poco simpática de esos años. Inclusive habían concursos con premios para los mejores monigotes. En tiempos de la Segunda Guerra Mundial tenían la careta de Hitler, Mussolini o Hirohito, los “mandamases” de Alemania, Italia y Japón a quienes se quemaba simbólicamente...