
En edificio patrimonial se pesquisa el crimen
Su rostro endurecido y sus fornidos brazos se abren en una esquina de las calles José de Antepara y 9 de Octubre. Muchos lo han observado, pero muy pocos conocen su historia que entraña no solo cultura sino -desde los últimos años- a la justicia.
Desde ayer, el edificio del antiguo museo del Banco Central, un patrimonio cultural de Guayaquil que destaca por la insigne figura del emperador inca Atahualpa, abrió nuevamente sus puertas con nuevo dueño: la Fiscalía Provincial del Guayas.
La moderna edificación -ahora llamada Montecristi- fue inaugurada por el fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, en una ceremonia efectuada en la calle y a la que asistieron autoridades judiciales, uniformadas y civiles. Entre ellas, el contralor Carlos Pólit, la vicealcaldesa Doménica Tabacchi y el expresidente de la República, Alfredo Palacio.
El evento motivó el cierre de varias calles de esa parte céntrica de la ciudad, lo que provocó un caos vehicular. Chiriboga ofreció disculpas por eso, pero a la vez aprovechó la presencia de la vicealcaldesa para plantearle una idea sugerida por el contralor: la posibilidad de transformar ese tramo de la calle Antepara en peatonal.
Un cambio que iría de la mano con los que ha experimentado el edificio construido y utilizado para las oficinas de José Gorelik, un filántropo extranjero. Luego pasó a ser parte del museo del Banco Central que construyó la imagen del último inca ecuatoriano, de manos de Theo Constante.
Hace cinco años, el edificio pasó a manos de la Función Judicial para la atención de juzgados y tribunales penales y de tránsito. La edificación fue desalojada más tarde tras una inundación que dejó al descubierto su disfuncionalidad.
Un cambio de edificios entre la Judicatura y la Fiscalía posibilitó hace aproximadamente un año, la remodelación para convertirla en una moderna infraestructura de siete pisos. Ella alberga a 260 funcionarios (entre fiscales, secretarios y asistentes) que laboraban en el edificio Fénix.
Un cambio de trinchera, como dice el fiscal provincial Paúl Ponce, pero que “rescata uno de los documentos artísticos que se convirtieron en símbolo de la nacionalidad”, indica Melvin Hoyos, director de Cultura y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil.
“La figura de Atahualpa es una figura muy potente que mira hacia el futuro y mirar hacia el futuro es precisamente consolidar ese concepto de nacionalidad y ese concepto de Estado... un Estado que profundiza su democracia a través de la justicia social...”, resaltó el fiscal general.
La moderna edificación atenderá a unos 500 usuarios por día, en las nueve unidades (ver distributivo en infografía) que investigan la noticia criminis o delitos como robo, estafa, tránsito, entre otros.
Para su remodelación se invirtieron cinco millones de dólares, que posibilitó además crear aproximadamente 150 puestos de trabajo.