Después de cinco días de reportarse su desaparición en la ciudad de Quito, ayer las autoridades anunciaron que las niñas venezolanas Sofía Antonela y Sara Lucía Oviedo Quintana habían sido localizadas en Piura, Perú, con buen estado de salud.

Debido a la ausencia inexplicable de las menores se había emitido una notificación amarilla de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Ayer, el Gobierno hacía las gestiones con el vecino país para el retorno de las niñas a Ecuador.

Aunque este suceso ha tenido un feliz desenlace, hay muchos de los casos de desapariciones con notificación amarilla que lamentablemente no culminan así.

La notificación amarilla es una alerta policial mundial sobre una persona desaparecida. Se publica para localizar a víctimas de rapto por uno de los progenitores, retenciones (secuestros) o desapariciones inexplicadas.

La Interpol tiene hasta ahora en circulación 406 casos notificados por Ecuador, de personas que aún no han sido halladas. De ese total, 63 corresponden a menores de edad, de los cuales 46 son de niñas de las que no hay rastro.

El registro más antiguo sobre casos de menores data de 2007. Es el de Nahomi Carolina Vivar Zambrano, que desapareció en la parroquia Galera, en Muisne, Esmeraldas, cuando tenía 1 año y 11 meses de edad. Según versiones de testigos, la niña fue embarcada en un vehículo en el que iban 4 personas.

El más reciente con alerta amarilla es el de Byron Orlando Cantincuz Pascal, de 15 años. El pasado 31 de marzo desapareció en la provincia de Carchi.

“Poco se conoce sobre cómo terminan esos casos con notificación de la Interpol”, señala a EXPRESO Lidia Rueda, presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), quien dice que en esta problemática hay cuestiones desconcertantes. Una de ellas, precisa, es la falta de concordancia entre las estadísticas oficiales sobre el número de desaparecidos, con las que manejan los familiares.

Según cifras del Ministerio de Gobierno y que cita Asfadec, en 2020 se registraron 6.454 denuncias de desapariciones de personas, y de estas, 2.227 fueron localizadas. En enero de este año, según esa cartera, se receptaron 643 denuncias, de las cuales en el 89 % (572) las personas fueron localizadas, mientras que en el 11 % (71) se encontraban aún en investigación.

“Con la información oficial siempre va haber contraposición. Siempre hay más casos de lo que ellos dicen. Por eso es que siempre en los plantones y marchas estamos exigiendo y diciéndoles que nuestros seres queridos no asoman”, dice la presidenta de Asfadec.