En el país, la gran mayoría de fumadores acostumbra a comprar cigarrillos sueltos o por unidad (68 %), seguido de quienes prefieren adquirir la cajetilla entera (30 %). La modalidad que pareciera solo perfilar al consumidor actual, da pie a revelar los principales canales de fuga que estaría teniendo el contrabando de este producto. Según estudios, son los comerciantes informales y algunos negocios delivery (que entregan a domicilio) los que venden cigarrillos de forma unitaria, pese a que la ley lo prohíbe.

Así lo señala un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE) que busca dar pautas de las formas que toma el comercio ilícito de cigarrillos en Ecuador, que en los últimos años ha venido incrementándose. Según cifras de la Policía Nacional, publicadas por EXPRESO el pasado 26 de julio, los decomisos, solo de enero a julio de los tres últimos años, pasaron de 3 millones de unidades a 23 millones.

La academia evita quedar fuera de este análisis. Tatiana Villacrés, una de las autoras del estudio de la PUCE, señala que para comprender este fenómeno es necesario entender y conocer al consumidor, pues de esto deben derivar las acciones de control. Los resultados de este estudio, obtenidos a través de encuestas a 2.385 personas y de la información de 2.119 cajetillas recolectadas, señala que la incidencia del consumo ilegal está en el 51 % promedio, un resultado que difiere del 79 % de participación, que según la industria, ya estaría teniendo el contrabando.

El mayor consumo de cigarrillo ilegal, dijo Villacrés, recae en los hombres que, en su mayoría, comparten ciertas características como la de tener un mayor consumo diario, un menor grado de educación e ingresos, y que prefieren u optan por adquirir en la calle cigarrillos de forma unitaria, aun cuando la Ley de Regulación y Control de Tabaco dice que la única manera en que se puede comercializar es en cajetilla. “No deberían ser expendidas de manera unitaria porque eso reduce el precio. Si una cajetilla cuesta entre 4 y 5 dólares dependiendo la marca, una unidad llega a estar en 0,25, lo cual es tentativo”.

De tal forma que los controles, dicen los expertos, deberían empezar por ahí y extenderse también a los de importación, uno de los espacios que no llega a cubrir el Simar, el sistema que desde el 2017 ayuda en la identificación, autentificación, rastreo y trazabilidad fiscal de bebidas alcohólicas, cervezas y cigarrillos de producción nacional.

Un estudio de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) recomienda ampliar el control a los cigarrillos importados, pues “al tener tanto los cigarrillos extranjeros como fabricados localmente marcados, dejaría los productos de contrabando al descubierto para poder actuar”.

En esto concuerda Villacrés, pues aunque estudios de la industria nacional identifican un mayor arribo ilegal de cajetillas asiáticas (como Silver Elephant), los resultados de sus investigaciones señalan a Marlboro (la marca que hasta el 2019 fue maquilada en suelo local) como una de las de mayor consumo informal. El 95 % de ellas provenientes de Colombia y México. “Estamos hablando de que las cajetillas son legales allá y no acá. Es decir, que no tienen el estampado de Simar, el pago de impuestos, las advertencias sanitarias establecidas por la ley ecuatoriana”. De tal manera, apunta, que se vuelve también necesario que la propia industria marque la ruta de ingreso y distribución que está teniendo su propio producto.

• PARA SABER

DECOMISOS. La evidencia de un mayor contrabando está en el número de decomisos, que pasaron de 2,7 millones de unidades aprehendidas a 23,4 millones entre el 1 de enero y el 20 de julio de 2019 y 2021, según datos de la Policía Nacional.

POR MARCAS. Según data de la Aduana y estudios citados por Philip Morris, firma que hasta el 2019 procesó cigarrillos de forma local, las marcas Golden Beach, Carnival y Silver Elephant son las que más se comercializan de forma ilegal. La academia incluye en sus investigaciones a Marlboro.

NORMA FLEXIBLE. El Código Penal, en su artículo 301, vuelve permisiva la comercialización del cigarrillo ilegal. Según la policía, el Código impone sanciones por este delito solo cuando el valor de la mercadería es igual o superior a diez salarios básicos del trabajador.