“Esta es la triste realidad del Ecuador”, subraya desesperanzado Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, al ver las cifras más recientes de ventas del sector productivo a nivel nacional.

Según los datos más recientes del Servicio de Rentas Internas (SRI), se han registrado $ 20.420 millones en pérdidas desde el inicio de la emergencia sanitaria, en marzo.

Los sectores más afectados son la industria manufacturera, que ha perdido el 27,3 % de sus ventas, seguida por el comercio al por mayor y por menor, que ha perdido el 24,1 % y el sector de la agricultura, ganadería, pesca y silvicultura, con una baja de 10,2 %.

“Hay un decrecimiento en ventas de un 22 %, lo que se suma a cerca de 300.000 desafiliaciones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, es un indicio de la terrible pérdida de puestos de trabajo”, analizó el titular del gremio empresarial.

Las proyecciones hasta fines de año, e incluso para 2021 no son más alentadoras. Mientras estudios internacionales del Fondo Monetario Internacional han hablado de una posible caída al Producto Interno Bruto de entre un 7% a un 9%, los empresarios calculan que, de no tomarse medidas, una caída del 9% o el 10% podría ser inevitable.

Alarcón indica que, entre las malas decisiones que se han tomado en torno a la reactivación, está el pago anticipado del impuesto a la renta, que 1.068 empresas deberán hacer hasta el viernes y a través del cual el Estado espera generar $ 300 millones. Tanto la Federación Nacional de Cámaras del Ecuador, como otros gremios, entre ellos la Corporación de Promoción de Exportaciones e inversiones (Corpei), han calificado la medida de ‘desacertada’, señalando que esta le quita liquidez a las empresas y retrasa la tan necesaria reactivación económica.

“Todas las empresas se están jugando su supervivencia, sin importar que sean grandes o medianas”, comentó en una entrevista Eduardo Egas, presidente de Corpei.

¿Qué soluciones plantean los expertos para paliar la caída en las ventas? La reducción de tasas de aranceles, la búsqueda de fuentes de financiamiento para el sector productivo y la inyección de liquidez de una cantidad del dinero que recibirá el país de los organismos multilaterales, entre ellos el FMI, podrían contribuir con la reactivación.

“Ese dinero debe ser gestionado con prudencia y servir, entre otras cosas, para pagar a proveedores privados y para otorgar créditos al sector productivo y comercial que se necesita urgentemente para el sostenimiento de empresas”, señaló el Comité Empresarial Ecuatoriano, en un comunicado. 

La inversión se aleja de Ecuador 

La apertura a empresas extranjeras que inviertan en el país es una de las soluciones al descalabro económico que plantean los gremios. Sin embargo, incluso mejorando las normas que rigen la seguridad jurídica, y ofreciendo ciertas mejoras a las condiciones para las transnacionales, el país puede no ser idóneo para el arribo de nuevas fuentes de empleo.

Como indicó EXPRESO el domingo, un estudio de la Unidad de Inteligencia de The Economist pone a Ecuador en uno de los últimos puestos, junto a Argentina, de países para invertir en la región. La falta de disponibilidad tecnológica y de efectividad política son trabas.

“Que Ecuador tiene muchas trabas para la inversión no es una sorpresa”, explica el analista económico Roberto Díaz. “Las leyes en el campo tributario cambian muy rápido, y este año es un ejemplo. ¿Qué seguridades ofrecemos? Esto, sumado a la corrupción, afectan nuestra imagen en el extranjero”.