Las reiteradas advertencias de Rusia sobre la supuesta presencia de mosca jorobada en lotes de banano ecuatoriano ha puesto a las autoridades a trabajar en la parametrización de las medidas de control sanitario que se aplican. El documento, se prevé, estará listo en los próximos días.

El último de tres avisos se dio el pasado 17 de diciembre. El Servicio de Control Veterinario y Fitozoosanitario de Rusia volvió a informar al país sobre el hallazgo de la mosca y advirtió de la imposición de restricciones temporales en caso de no tomar medidas efectivas en torno al control fitosanitario. 

Tras la advertencia, la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) contestó a Rusia alegando que el hallazgo podría tratarse de una contaminación cruzada; es decir,   que la mosca no iba en el banano, sino que al abrirse el contenedor (en el puerto ruso) esta pudo haber ingresado. Sin embargo, la respuesta no satisfizo a la autoridad rusa, por lo que se exigieron pruebas técnicas.

EXPRESO consultó a Agrocalidad las acciones que el país estaría llevando a cabo para resolver las dudas de Rusia, hoy el principal comprador de banano ecuatoriano; sin embargo, no hubo respuesta. No obstante, desde el sector bananero aseguran, estar trabajando junto a la estatal y el Ministerio de Comercio Exterior, en un documento que informe las diferentes normas de control que se aplican para garantizar la bioseguridad de la fruta.

Para ello, señala Juan José Pons, coordinador de Clúster Bananero, el sector ha mantenido varias reuniones para unificar las medidas existentes y que, ahora con mayor rigurosidad, deberán respetarse en toda la cadena productiva: desde fincas, vías de transportación y puertos que despachan la fruta. “Antes cada compañía tenía sus métodos, su propia organización y sistema, ahora no. Lo que se trata de hacer ahora es uniformar estos métodos en un solo protocolo que sea aprobado por Agrocalidad y hacer que todos lo cumplan”, dijo Pons.

Él hace un llamado al Gobierno para que el tema siga resolviéndose al más alto nivel del Ejecutivo; dejar falencias podría generar fuertes sanciones en este mercado que, se estima, para finales de este año habrá acogido del 20 al 25 % de la fruta ecuatoriana que al año se exporta.

En este sector se calcula que el 2019 cerrará con un total de 360 millones de cajas exportadas, un 2 % más que el año pasado; un crecimiento que ha estado influenciado por la mayor cantidad de envíos a China y países de Medio Oriente y África del Norte.