Conejos, gallinas, gatos o simplemente huevos de diversos colores y tamaños... todos comestibles. La celebración de la Pascua ahora también comienza a ser un pretexto para comer chocolate en el país.

La tradición de regalar huevos y figuras de chocolate el Domingo de Pascua es muy antigua y común en los países de Europa central, Inglaterra y Estados Unidos. La costumbre, según diversos portales de historia, surgió como consecuencia de la abstinencia que la Iglesia católica mandaba a guardar durante la Cuaresma.

En este período los cristianos no podían comer carnes, huevos o lácteos. Cuando terminaba la Cuaresma, los fieles se reunían ante las iglesias y regalaban los huevos decorados con colores y motivos festivos. Actualmente, la costumbre en otras naciones es regalar huevos de chocolate. Algunos los esconden para que los niños los busquen. En ocasiones    pueden venir acompañados de otras sorpresas.

Ahora es una tendencia creciente en Ecuador, según chocolaterías y productores de cacao. A través de la fabricación de este tipo de productos, aseguran las empresas locales,    buscan sacar ventaja al cacao fino de aroma nacional, considerado como de los mejores del mundo, y motivar a los ecuatorianos a sumarse a la tradición y, de paso, degustar un buen chocolate.

Con leche de Cayambe (norte de Pichincha) y chocolate negro, elaborado con pepas de cacao ecuatorianas y peruanas, la chocolatería Cyril prepara sus huevos y figuras de Pascua. La tienda lleva 10 años en el mercado nacional ofreciendo a su clientela quiteña productos para esta festividad.

La comercialización de las figuras de chocolate se duplica en Pascua respecto a otras fechas, asegura Cyril Prud’homme, conocido como el chef Cyril, propietario de los locales.

“Creo que es algo que va a seguir creciendo. Ahorita no es todo el mundo el que compra. Lo importante para los futuros años es enseñar a la gente lo que debe comer, que es un buen chocolate”, sostiene el chef Cyril.

El chef, de origen francés y radicado en Quito, hace hincapié en que la educación es clave para que los ecuatorianos valoren y consuman un chocolate de calidad, que en el país es fácil de conseguir gracias a su gran materia prima.

Chocolates Bios elabora huevos de Pascua desde 1912 y los comercializa en el país desde 1937, cuando se mudaron a Ecuador desde Europa.

“Desde 1937 hemos surtido al mercado local de huevos, conejos, artículos de Pascua en chocolate”, aseguró David Olgieser, gerente de Operaciones de la empresa.

Para el ejecutivo de la firma chocolatera, el consumo de este tipo de productos, que marcan el fin de la Semana Santa, ha crecido considerablemente en el país en los últimos años. Chocolates Bios comercializa bandejas de huevos, huevos de avestruz o conejos en las perchas de los autoservicios de Corporación Favorita.

Para esta empresa chocolatera, la comercialización de productos de Pascua representa un 7 % de las ventas anuales totales. “Somos un país más globalizado y por ello la tendencia ha crecido mucho en los últimos años”, asegura Olgieser.

Los huevos de Pascua no solo involucran a los fabricantes de chocolate. Los productores de cacao en el país también se benefician de la demanda de la materia prima para la elaboración de figuras de la festividad.

El cacao ecuatoriano que se utiliza para productos de Pascua y San Valentín se envía al mundo entre noviembre y diciembre de cada año, explica Francisco Miranda, presidente la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao del Ecuador (Anecacao).

“Sí tiene un impacto importante. Lo tuvo el mes de diciembre. Recordemos que el cacao es un producto no perecedero y los chocolateros se abastecen con bastante anticipación. Entonces las ventas que realizamos los meses de noviembre y diciembre se envían, en buena parte, para abastecer la demanda de San Valentín y de Pascua, fechas de alto consumo de chocolate”, dice Miranda.

Los destinos a los que se envía el cacao para estas fechas son Estados Unidos y Europa, según el titular de Anecacao.

Si bien en la tradición ecuatoriana no estaba consumir chocolate en Semana Santa, las nuevas tendencias impulsan mercado, lo cual beneficia a la cadena de producción cacaotera, dice Miranda.

“Esperamos que en los años siguientes los chocolateros más industrializados lo hagan también y que los acostumbremos a los ecuatorianos a adoptar estas buenas costumbres extranjeras”, comenta el presidente de Anecacao.

El año pasado, pese a la pandemia de COVID-19, el sector cacaotero tuvo un récord en sus envíos al exterior. De hecho, el confinamiento incrementó el consumo de cacao a escala global. Las exportaciones crecieron más del 22 % respecto al 2019, según las cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), lo cual representó un ingreso de 935 millones de dólares al país en 2020.

El cacao y sus productos derivados superaron en exportaciones a productos como las flores, el atún e incluso productos minerales, que también experimentan un crecimiento importante en los envíos del país al mundo. “Si es que aflojan un poquito las lluvias, 2021 será un año récord para la producción histórica ecuatoriana”, dice Miranda.

Con las aproximadamente 550.000 hectáreas sembradas en el Ecuador (hasta que el nuevo censo establezca el nuevo dato) se tiene un potencial para producir, en cinco años, lo mismo que Ghana: 800 mil toneladas métricas. Se espera exportar, al menos, 500 mil toneladas en 2025, de acuerdo a las proyecciones de Anecacao.