Como efecto de los propios impactos de la pandemia, la aerolínea Iberia tuvo que reestructurar algunos vuelos. Hoy, camino a cumplirse cuatro años de aquel hecho, Iberia reactiva sus operaciones en el país. La directora comercial para América Latina y el Caribe, de Iberia y British Airways, Marina Colunga, comparte los planes para Ecuador.

Tras la pandemia, ¿cómo ha venido la aerolínea retomando sus operaciones en la región?

Hemos tenido que tomar decisiones para la operación y hacer algunos ajustes en la red de network de América Latina. Y Guayaquil no había vuelto a recuperar su capacidad. Hoy, estamos regresando a esos niveles y trabajamos de forma sostenida, en alianza con el Ministerio de Turismo de Ecuador, para alimentar el tráfico que existe, no solo desde Ecuador hacia España, sino viceversa. Actualmente, en la región, operamos en 16 países y 18 ciudades. Y solo en dos países llegamos a dos ciudades en nuestra red. Ecuador es uno de ellos (Guayaquil y Quito), y Brasil, el otro (Río de Janeiro y Sao Paulo).

¿Cuál es el plan para lo que resta del año y el siguiente?

Ecuador es uno de los países de Latinoamérica que contará con un incremento de frecuencias. Nuestras temporadas están alineadas con Europa y visualizamos un crecimiento sostenido después de un 2023 de recuperación exitoso en Ecuador. En noviembre de este año, aumentaremos una frecuencia más en Quito, hasta llegar a siete a la semana, una diaria. Y en Guayaquil, entre abril y octubre -verano europeo-, aumentaremos de tres a cinco frecuencias.

Eso habla bien de la demanda.

El mercado de Ecuador para el cierre de este año va a registrar un crecimiento considerable. En comparación con el 2022, cerraremos con un 21 % adicional. Es el resultado de un esfuerzo de varias cosas, entre ellas la disponibilidad de 300.000 asientos para 2023 y la reactivación de varios segmentos como el corporativo y el de placer, ya no solamente de familiares, étnico, que para Ecuador es un segmento considerable por la relación que existe entre ambos países.

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¿Se han recuperado los niveles prepandemia?

Sí, de hecho, vamos a terminar con un 28 % de crecimiento respecto al 2019.

¿Esas cifras tienen que ver con el aumento de la migración hacia España?

Sí, hay un flujo migratorio, es verdad. Pero nuestra apuesta va más allá de una eventualidad o de una causalidad, pese a que en algunos momentos de las historias de los países puedan haber picos migratorios. Nuestro objetivo de negocio tiene que ver con la capacidad y por eso apostamos a una visión más grande, en viajes de negocios, de placer, cultural.

Y desde España hacia Ecuador, ¿cómo está la demanda de asientos?

Vale la pena reconocer la gran promoción turística que ha hecho Ecuador en los últimos años en España. Hay un plan bastante minucioso diseñado por el ministerio, con el cual cooperamos para que ese flujo de visitantes siga entrando a través de nuestros aviones.

Un avión promedio desde Ecuador a España debe ir ocupado en un 99 %. ¿Cuál es el porcentaje en la vía contraria?

Más o menos el 50 % de los ingresos de las reservas se genera en España y el 30 % en Quito. En ese 50 %, puede haber ecuatorianos que han migrado y que pueden tener una residencia en Europa. No necesariamente porque las reservas se originan en España significa que son todos españoles.

Con las nuevas frecuencias, ¿se reducirán las tarifas?

Nos basamos en la ley de la oferta y la demanda. Evidentemente, subir la oferta de la capacidad aérea abre la posibilidad de tener rangos de tarifas competitivos. Sin embargo, hay que considerar componentes que impactan en los precios de los tiques y que no dependen de las aerolíneas, como el costo de la gasolina o las tasas aeroportuarias, que son muy particulares de cada país. Ecuador es un mercado bastante competitivo y por eso hay una apuesta de la política pública que incentiva el viaje. El incremento de capacidad viene junto a una apuesta comercial para tener precios competitivos, accesibles para los pasajeros y rentables para nosotros.

¿Cómo ven la posibilidad de que se elimine la visa Schengen para los ecuatorianos?

Cuanto más sencillos son los accesos a los viajes, se puede tener una certidumbre más clara para que los viajeros tomen decisiones. Hoy, la legislación, tal y como está, puede ser percibida como un obstáculo, pero no la ha sido para operar y seguir creciendo. Entonces, evidentemente, en la medida que eso pudiera flexibilizarse, también hay la posibilidad de crear más frecuencias.

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