La cadena de supermercados La Española celebra cuatro décadas de vida, esta vez bajo la dirección de una tercera generación. Para celebrarlo, Juan Francisco Tabarez, director de Operaciones, División Industrial y Retail, repasa lo que fue y lo que será esta firma que hoy apunta a la diversificación de su oferta y a una próxima exportación.

- Con 25 años de edad, uno podría pensar que aún es muy joven para ser una de las principales cabezas de una empresa como esta. ¿Cómo fueron sus inicios?

- Yo siempre fui muy unido a mi abuelo (Antonio Velasco Morán, el fundador), así que desde muy niño siempre me gustó visitar la fábrica. Recuerdo que cuando tenía 13 años, yo siempre decía que quería ser como Alberto, un carnicero que trabajaba con nosotros. Fue así como empecé en el área de empaques y de despacho al cliente donde llegué a ganar mis primeras propinas, para después a los 18 años pasar al área de empaquetado de mortadelas, donde fui un trabajador más y así, hasta que me fui a estudiar afuera,    y    aunque estuve fuera nunca llegué a desvincularme de la empresa.

- Bajo esa perspectiva, ¿cómo resume la evolución que La Española ha tenido en estos 40 años?

- Yo creo que hemos venido teniendo un crecimiento sostenido, y eso lo hemos logrado gracias a la innovación, a nuestra política de hacer cosas diferentes. Fuimos los primeros en sembrar en el mercado una cultura de consumo distinta, con la introducción de nuevos cortes y nos mantenemos con esa visión.

- ¿Con cuántos cortes empezaron y actualmente cuántos tienen en percha?

- Me acuerdo que esto empezó en nuestro local de la Alborada. En la parrilla ecuatoriana era cotidiano tener hasta 4 cortes, hoy tenemos 40 cortes nacionales y 10 internacionales que traemos de EE.UU. Con la apertura de nuestros locales hemos ido trabajando en una oferta más diversificada. Recuerdo que hace 8 años en el local de Samborondón, nos llegaron a bautizar como la casa de los cortes, porque fue ahí donde empezamos a sacar cortes de consumo individual, mucho más asequibles.

- Una buena estrategia, pero que también generó una fuerte competencia.

- Mercado hay para todos. Y para mantenerse ha sido importante seguir innovando y tratando de dar el mejor servicio al cliente, siempre habrá opciones más económicas y trabajamos en eso, pero también en calidad.    Nuestra misión es innovar para mejorar la calidad, no para empeorarla y con ello bajar el costo.

- Acaban de inaugurar una nueva planta en Durán. ¿Qué planes se vienen con esta nueva inversión?

- Tenemos algunos proyectos que poco a poco irán viendo. Pero la meta es seguir innovando. La apuesta es seguir trabajando en      productos diferenciadores que no hay actualmente en el mercado,    pero que viene marcada por una nueva tendencia de consumo.

- ¿Cuál será la apuesta?

- Tenemos un plan de sostenibilidad ligado a crear productos más saludables, pero buenos, sobre todo en la categoría de embutidos, una categoría cada vez más censurada. La idea es tener una oferta de alto contenido proteico, que sean libres de gluten,    productos más premium. No se trata de un consumo tan amplio, pero es oportuno satisfacer a este nicho de mercado que está un poco descuidado, pero que irá creciendo.

- Más allá de la innovación, ¿cuál es el aporte que esta tercera generación busca inyectar en La Española? ¿Cómo se divisan de aquí a mediano    y largo plazo?

- El aporte de una generación joven siempre serán las ideas frescas. En Ecuador siempre valoramos lo de afuera, pero acá también podemos hacer productos de calidad. Con esta nueva planta, que tiene la capacidad de producir hasta 120 toneladas al día (solo embutidos son de 25 a 30), nos encaminamos más a la idea de exportar. Estamos trazando una ruta hacia la exportación. Para ello estamos trabajando en innovación, en certificar nuestra oferta. Es un plan que ya estamos trazando y queremos hacerlo bien.

• CONTEXTO. 

Con una construcción de más de 8.000 m2 La Española presentó su renovada planta de procesamiento cárnico, la cual se encuentra ubicada en Durán, con una capacidad de producción de más de 100 toneladas diarias en productos cárnicos y embutidos. La empresa, con cuatro locales, emplea a 500 personas.