En el terminal de vuelos nacionales del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito es común ver a personas con bolsas amarillas o cajas de cartón. Lo más probable es que contengan ‘croissants’ de chocoavellana, brioche de leche o pan de piña de la panadería Cyrano, que un guayaquileño lleva a su ciudad para compartir con familia o amigos.

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“Estoy muy agradecida por todos los guayacos, que son unos grandes fans nuestros, pero la verdad es que el que quiere pan rico que venga a Quito”, dice entre risas Danielle Elie, propietaria de Cyrano.

Cyrano cumple 65 años de historia este 2023 y ya suma 15 locales en Quito. Se alista para abrir su punto de venta número 16 en Tumbaco (nororiente de la ciudad) en noviembre.

Pese a su popularidad y éxito entre quiteños y visitantes de la ciudad, abrir locales fuera de la capital no está entre los planes de Elie. “Nosotros somos una empresa muy quiteña, con nuestros orígenes franceses, pero la idea es quedarnos en Quito (...) Hoy en día, esa idea de la globalización y que uno tiene que estar en todo lado le resta esa sorpresa que uno tiene cuando va a otras ciudades”, dijo Ellie.

La historia de Cyrano se remonta a 1948, con la llegada de René Elie a Quito, un francés que arribó al país en busca de paz en medio de la Segunda Guerra Mundial. René provenía de una familia de panaderos con 300 años de tradición. y se dedicó a preparar pan y repostería francesa en un puesto en Machachi (al sur de Quito), junto a las piscinas de Tesalia.

Luego de unos años, el francés abrió un salón de té y se dio a conocer en la ciudad forjando su fama como panadero. Entre sus primeras preparaciones estaban las pastas que se hicieron famosas: chimborazos, milhojas, relámpagos, tartaletas, tortas, quiché y su especialidad, el volován. Por esos años conoció a Úrsula, migrante alemana, con quien se casó y tuvo dos hijos: Christian y Danielle, la actual propietaria.

Tras 10 años a su llegada a Ecuador, en 1958, René Elie abrió su primera panadería en el centro de Quito: Cyrano, la cual no ha dejado de crecer desde entonces. Años después se sumó al negocio la heladería Corfú.

Actualmente, la panadería se encuentra en plena temporada de guaguas de pan y colada morada, las preparaciones tradicionales por el Día de los Difuntos de Ecuador. Para Cyrano, es una de las fechas en donde sus ventas se disparan gracias    a sus preparaciones que son consideradas emblemáticas.

“En los años 60 mi padre cogió esa idea de las guaguas de pan y la convirtió en un producto mucho más gourmet”, señala Elie. En este año, la cadena también sumó a su oferta de este día conmemorativo el pan de muerto mexicano. Otras fechas importantes para la cadena de panaderías también es Navidad y el Día de Reyes.

Pese a la situación económica compleja, la firma no ha dejado de crecer un 10 % al año, aseguró su propietaria. “Nuestra meta no es el crecimiento. Es hacer bien las cosas”.

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