La reapertura turística en Galápagos, que el Gobierno había previsto para el próximo miércoles, 1 de julio, es una aspiración que para esa fecha podría quedar solo en intención. El COE Nacional acaba aprobar el protocolo  para el ingreso de turistas, pero las aerolíneas aún no han incluido a las islas encantadas en un itinerario inmediato de vuelos. 

Este 26 de junio, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) emitió el "Protocolo de Reapertura de Vuelos a las Islas Galápagos, en el marco de la Emergencia Sanitaria por COVID-19", que regula la entrada de turistas a Galápagos. Entre las principales disposiciones está que cada persona deberá contar con el resultado negativo de una prueba de PCR "en tiempo real de hisopado nasofaríngeo para detección de COVID-19, de máximo 96 horas previo al viaje contando desde la toma de muestra". Los viajeros, añade, no deberán realizar un Aislamiento Preventivo Obligatorio (APO) a su arribo, pero para movilizarse deberán tener un salvoconducto otorgado por el operador turístico. 

Sin embargo, aunque las reglas están sobre la mesa, Avianca y Latam, las dos aerolíneas que trasladan pasajeros a este destino, aseguraron este sábado 27 de de junio a  EXPRESO no tener aún una disponibilidad de vuelo. Reactivar las rutas implicará primero estudiar la demanda, en un proceso de reactivación que se da de forma paulatina. En el caso de Avianca,  que ya tiene fijado un itinerario hasta el próximo 15 de julio, deberá evaluar después de esa fecha si retoma o no sus vuelos.

Las empresas y trabajadores que viven del turismo de este lugar, lamentan el escenario.  Jorge Rosillo, gerente general del Aeropuerto Ecológico de Galápagos, lo atribuye  a la demora en la aprobación de los protocolos que, junto al sector, ya se habían analizado y discutido desde abril pasado. "Lo penoso de esto es que perdimos un mes, si el protocolo hubiera salido antes, ya tendríamos turistas", menciona Rosillo, quien asegura que la ansiada apertura del 1 de julio no podrá darse en estas condiciones y que, por lo menos, tardará un mes más hasta que las aerolíneas, los operadores turísticos y los mismos interesados en viajar se organicen. 

Santiago Dunn, operador de yates en Galápagos, coincide en que la demora afectará el ritmo de recuperación de la isla. El sector, señala, esperaba con urgencia los reglamentos, pues de eso dependía estar operativo en el inicio de la mayor demanda del año. 

En el 2019,  las islas Galápagos recibieron a 271.000 visitas, 104.000 de ellas arribaron entre agosto y diciembre. El cálculo inicial era que "de esas 104.000 personas, lleguen un 10 y 20%, pero eso era si es que teníamos reglas claras a tiempo. Ahora no sabemos", dice Dunn, quien desde ya plantea las dificultades que tendrá Galápagos en recuperarse.  "Es un lugar que depende de entre un 85 y 90% del turismo", indica.