El 2023 fue un año 'contracorriente' para la exportación pesquera. Las altas temperaturas del mar de los primeros meses del año y una menor compra de los principales mercados, hicieron  que el año terminara con $1.875 millones en ventas, un 5, 4 % menos que el 2022 ($1.981 millones). 

Según las cifras de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP), los resultados en rojo se dan sobre todo por la caída de envíos, pues ese año se exportaron 491.605 toneladas,  eso significó 46.560 toneladas menos si se lo compara con el año previo. 

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De los $1.875 millones facturados, $1.237.129 correspondieron a Lomos y conservas de atún,  el primer ítem de venta que llegó a registrar 2,7 % menos de ingresos. La mayor caída sin embargo, se registró en el rubro de pescado congelado, con un -29,2 %, mientras que los  filetes de pescado facturaron un 17 % menos. 

Las condiciones climáticas de El Niño, que afectaron la producción de harina de pescado en Perú, uno de los principales proveedores globales, hizo que Ecuador tuviera mejores rentas en este tipo de ventas. Así, la exportación de harina, subió de $ 64 a $ 106 millones, un 65 % más. Igual tendencia tuvo el aceite de pescado, cuya facturación repuntó de $ 7 millones a $ 28 millones en un solo año. 

Pero esos productos fueron la excepción en los resultados de envíos finales, cuyas mayores caídas se registraron en mercados claves, como EE.UU. con  un 16,8 %  menos. España, el segundo mercado de importancia, también compró un 16,94% menos, le sigue Colombia, con un -7%. 

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