Ecuagran+emisión de obligaciones+impagos
Ecuagran mantiene sus operaciones en el sur de Guayaquil. Comparte ciertos accionistas con Delcorp.Jimmy Negrete / Expreso

Ecuagran y Delcorp, bajo la lupa por impagos en bolsa

Las compañías, que operan en el sector agrícola, suman más de $ 1 millón en incumplimientos. Los atrasos afectarían a inversionistas privados y públicos

Un nuevo caso de irregularidades y de cumplimientos empaña al mercado bursátil. Las guayaquileñas Delcorp S.A. y Ecuagran son investigadas debido a la mora de pagos en bolsas (que hasta agosto pasado ya sumaba más de $ 1 millón) dentro del proceso de emisión de obligaciones a largo plazo, en el que lograron colocar $ 40 millones. El hecho preocupa, pues entre los afectados además de inversores privados, estarían empresas públicas. Por lo pronto, los principales representantes de Ecuagran hoy están fuera del país.

Protestas. La planta paró sus actividades en enero y en las vallas de ingreso los extrabajadores han pegado pancartas reclamando sus pagos.

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$ 40 MILLONESes el monto total de emisión de obligaciones que ambas empresas colocaron en bolsa.

El incumplimiento de ambas compañías, que comparten varios accionistas, empezó a ser difundido por los medios oficiales de la Bolsa de Valores de Guayaquil (BVG), luego de que, el pasado 12 de agosto, el Decevale, ente custodio de los documentos de negociación bursátil, alertara a la Intendencia del Mercado de Valores que Ecuagran, a la fecha, mantenía valores pendientes de cancelación por $ 291.562,51. Nueve día después, hizo lo mismo con Delcorp, compañía a la cual se le atribuye $ 761.250,02 por valores vencidos. Sobre esta última además recae el reclamo de la Fiduciaria Atlántida por un valor $ 1’042.947, correspondientes a provisiones, pagos administrativos y honorarios pendientes, según lo explica la empresa en un comunicado enviado el pasado 12 de agosto a Enrique Huerta, gerente de Delcorp.

Pero no son las únicas revelaciones. Con fecha del 21 de agosto Class International R., la calificadora de riesgo a la que ambas compañías recurrieron para avalar las emisiones en el 2018 y 2019, informó a las bolsas que Delcorp, en sesión de comité, decidió ubicar la calificación de riesgo de su sexta emisión de obligaciones, “en observación o credit watch”.

Este Diario ha intentado contactar por llamada y correo a Luis Jaramillo Jiménez, actual gerente de la calificadora, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una contestación. De la Superintendencia de Compañías, en cambio, aún se espera una aceptación de entrevista para que informe sobre la magnitud del problema y los posibles afectados.

Mientras tanto, las cifras de la Superintendencia hablan de la estabilidad económica que tendrían estas empresas. Solo en el 2019, Delcorp sumó $ 62,9 millones en activos y ganancias netas por más de $ 181.000. Ecuagran, por su parte, registró activos por $ 61,3 millones, mientras que sus utilidades alcanzaron los $ 62.728.

Parte de la gestión de las autoridades se ha centrado en enviar, durante el mes de agosto, sendos comunicados para convocar en asamblea a los tenedores que invirtieron en gran parte de estos títulos valores, cuyas emisiones, según registros de la BVG se efectuaron: dos en mayo y septiembre de 2018 y dos en octubre del 2019, por un monto total de $ 40 millones. La intención de estas convocatorias, algunas previstas para inicios de septiembre, es que las empresas emisoras “expongan y justifiquen, la situación actual y económica por la que atraviesan en el actual momento.”

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Delcorp, dedicada a la importación de fertilizantes y fármacos agrícolas, está domiciliada en la vía a Samborondón, pero hasta ayer nadie contestaba a las llamadas ni a los correos institucionales. En cambio, en Ecuagran (que importa y exporta cereales y productos agroindustriales), tras una visita de EXPRESO el pasado lunes, se pudo corroborar que sus operaciones continúan en su planta matriz, ubicada en el sur de la ciudad. En el lugar, y más luego por teléfono, se intentó hablar con Enrique Weisson, gerente General de la firma, pero se informó que él ya está fuera del país y que la empresa está en transición de nombrar a un nuevo gerente.

  • LA CONDICIÓN DE ESTAS EMPRESAS

DELCORP. Fue constituida en julio de 1993, con el fin de importar, comercializar, fabricar y distribuir toda clase de productos farmacéuticos y fertilizantes agrícolas. Hasta el año pasado sumaba $ 62’982,180 en activos y una ganancia por más de $ 181.000.

ECUAGRAN. Fue constituida en abril de 1974, bajo el objetivo de importar y exportar cereales y productos agroindustriales y alimenticios. Según las cifras de Superintendencia, hasta el año pasado sus activos ascendían a los $ 61,3 millones y sus ganancias a $ 62.728.

ANTECEDENTES. No es la primera vez que ambas empresas operan en bolsa. En el 2011 y 2013 emitieron también obligaciones con el fin de hallar recursos. Pero en ese entonces, las dos cumplieron íntegramente sus obligaciones.

  • LOS CASOS ATU Y TERRABIENES MARCAN UN PRECEDENTE

El caso Delcorp y Ecuagran están en riesgo de pasar al listado de operaciones fallidas dentro del mercado de valores. No obstante, no es el único. En el 2018, Artículos de Acero S.A. (ATU) llegó a presentar los mismos incumplimientos de obligaciones.

No obstante, si bien se trata de dos eventos reportados en años distintos, comparten algo en común: las tres firmas llegaron a contratar a Class International R., la misma calificadora de riesgo para dar un aval a sus operaciones. En el 2018, la calificadora tuvo que degradar la misma calificación que en su momento había otorgado a ATU, empresa que hasta hace poco fue una de las mayores proveedoras de muebles en el país.

Otro caso emblemático es el de Terrabienes, desvelado a inicios del 2015. En ese año, la Intendencia Nacional de Mercados anunció la intervención de la Inmobiliaria Terrabienes por falta de liquidez y solvencia para cumplir obligaciones, lo que generó pérdidas en el mercado bursátil.