Tal como se había previsto, el 2019 cerró consolidando la tendencia de bajos precios en el mercado. Según las estadísticas del INEC, la inflación anual del último mes del año alcanzó el -0,07 %, mientras que la mensual el -0,01 %, el indicador más bajo de los meses de diciembre, de los últimos seis años.

La ralentización económica, generada por un año de ajustes fiscales que obligaron una disminución del gasto público y un menor consumo en los hogares, marcó la baja de precios, conocida como deflación. Una etapa que, aunque para el ciudadano signifique la posibilidad de hallar productos con descuentos o a bajo costo, no son una buena señal para la economía. “Eso es señal de que nos estamos estancando”, asegura Fidel Márquez, economista y prorector de la universidad Ecotec. “Esto nos dice que la economía no está creciendo y que tenemos una restricción del consumo, sobre todo en la clase media, que cada vez está más debilitada”, señala.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) analiza doce divisiones de consumo para medir el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Tras su estudio, los resultados reflejan que entre los segmentos con mayor caída de precios están los alimentos y bebidas, prendas de vestir, bienes y servicios diversos. Mientras que las divisiones que más incidieron en la inflación anual fueron educación, transporte y salud.

Según el INEC, las ciudades donde más cayeron los precios, según el indicador anual, fueron Esmeraldas, Guayaquil y Santo Domingo, con un -0,32 %, -0,28% y -0,28 %, respectivamente. Ambato (0,68 %) y Loja (0,23 %), en cambio, fueron las ciudades más caras.

Para el analista económico Jorge Calderón, la baja de precios habla también de la dificultad que hoy están teniendo las empresas para colocar sus productos en el mercado, un efecto que ya está pasando factura en el plano laboral. “Si revisamos las cifras, el desempleo también se ha venido agudizando en los últimos meses. El no poder vender los lleva a hacer ajustes en su nómina desempleando a personas para poder bajar los costos y dar salida a lo que producen”.

Calderón recuerda que para este año el Gobierno ha proyectado una inflación positiva del 0,84 %, que podría estar movida, en parte, a la anunciada focalización de subsidios. No obstante, su previsión, es que ese indicador sea menor, “esto porque seguiremos sintiendo los efectos de la recesión”.

En este escenario, sostiene Márquez, se vuelve necesario que el Gobierno contrarreste los efectos atrayendo una mayor dinámica en el mercado de inversiones. Y eso, dice, se logra mejorando las condiciones para hacer negocios, con reformas pendientes como la laboral.

LA REALIDAD SEGÚN LOS SECTORES

• POR SEGMENTO. El sector de alimentos y bebidas fue el que menores precios registró, según el INEC. Le siguen otros segmentos como el de prendas de vestir y servicios. La educación, transporte y salud, en diciembre, fueron los más caros.

• POR CIUDAD. En diciembre del año pasado la Sierra fue la región con mayor variación mensual de inflación con -0,03 %, frente a lo reportado en la Costa (0,01 %). Ambato y Loja fueron las ciudades con mayor índice inflacionario, con 0,26 % y 0,05 %.

• CANASTA BÁSICA. La Canasta Básica Familiar, que está compuesta por 75 productos, se ubicó en $ 715,08, versus los $ 735,47 promedio de Ingreso Familiar Mensual. La Canasta Vital, en cambio, cerró en diciembre en $ 506,97