Un crédito de emergencia con el FMI está sobre la mesa por desastres naturales
El ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, aseguró en Washington que ha planteado al organismo la posibilidad.
El ministro de Economía y Finanzas, Pablo Arosemena, aseguró que adelanta conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un crédito de emergencia por las fuertes lluvias, terremotos y deslaves que han golpeado a Ecuador en los últimos meses.
El titular de la cartera de Estado aseguró a EXPRESO este 12 de abril de 2023 que conversó con el FMI y el organismo les señaló “que las puertas están abiertas”.
Arosemena señaló que se podría obtener un “par de cientos de millones” del organismo, pero todo dependerá de las necesidades que el país tenga de seguir las lluvias. Por ahora, dijo el ministro, la situación puede ser cubierta con los créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial de $ 200 millones, que se solicitaron en semanas pasadas.
“Como nosotros cerramos con éxito el programa el año pasado, por primera vez en más de dos décadas, eso nos da el aval, la credibilidad para decir ‘oye, sí llego a necesitar más te voy a pedir’ y ellos nos dicen que la puerta siempre está abierta”, dijo Arosemena.
Ecuador ha pedido créditos de emergencia al FMI en años anteriores por situaciones como el terremoto de Manabí en 2016 y la pandemia de COVID-19, en 2020.
El ministro de Finanzas, que actualmente participa en las Reuniones de Primavera del FMI y el Banco Mundial, señaló que las necesidades de financiamiento se mantienen en $ 7.500 millones.
Reducción de aranceles y recompra de bonos
En un conversatorio organizado por el BID, Arosemena señaló que se bajarán aranceles en los próximos días, no obstante no precisó de qué productos. Además, se espera ejecutar otros cambios en materia económica a través de decretos.
Además, Arosemena señaló a este Diario que espera concretar el proceso de la recompra de bonos de deuda en el primer semestre de este año, a través de la emisión de bonos azules.
El plan de una colocación de bonos azules fue anunciado el presidente Guillermo Lasso en noviembre de 2021.
Con el dinero que se obtenga por la emisión de estos bonos, el Gobierno recompraría una parte de su propia deuda externa para aprovechar el escenario de precios bajos de estos papeles por el alto riesgo país.
El dinero ahorrado que genere la operación será colocado en un fideicomiso para la ampliación de la reserva de las Islas Galápagos y para financiar su conservación.
