La obstrucción de carreteras de la Sierra, como efecto de la paralización indígena, está afectando el abastecimiento GLP (Gas Licuado de Petróleo) al granel de las plantas envasadoras, lo que pone en riesgo la distribución del gas doméstico, residencial, comercial e industrial.

Así lo dio a conocer Laura Acuña, directora Ejecutiva de la Asociación Ecuatoriana de Empresas Comercializadoras de GLP (Asogas), quien señaló que la dificultad está en las envasadoras de la zona central, ubicadas en Salcedo (Cotopaxi) y Pifo (Pichincha), hasta el momento abastecidas con un 40% de lo que requieren para procesar el gas. "Como las plantas no pueden envasar hay un efecto de abastecimiento de cilindros...en Riobamba y Ambato tampoco se recibe porque las carreteras siguen interrumpidas", sostiene. 

Acuña rechazó este efecto generado por la manifestación, pues se está limitando un servicio público. "Lo deseable es que dejen pasar los tanqueros, que se midan además los riesgo hablamos de un producto que es delicado, tiene que darse la seguridad". 

Actualmente la distribución en ciudades se está dando, por los puntos de centro de acopio que aún tienen sus stocks, pero el problema podría escalar si las plantas no tienen qué procesar. 

La Agencia de Regulación y Control de Energía (ARC) también confirmó a EXPRESO este problema, no solo con el gas, sino con otros combustibles. Pero admitió que el problema de distribución ya ha empezado en la capital. Esta jornada de protestas, dice, también genera el temor de propietarios de puntos de venta o estaciones de servicio por las represalias al momento de operar y por ello ha habido atención intermitente, sobre todo en Quito. Al momento, dijo la ARC, se encuentran trabajando con el Gobierno para buscar mecanismos que faciliten la entrega de los combustibles.