Pese a la emisión del decreto ejecutivo que viabiliza la implementación del sistema de externalización del servicio de farmacia en la red integral de salud, persisten las dudas y el escepticismo entre los colectivos de pacientes de los hospitales públicos.

Sobre todo, en los gremios de enfermedades catastróficas como el cáncer y también de las llamadas ‘raras’ o ‘huérfanas’, cuyos pacientes están entre quienes más han sufrido la continua falta de medicamentos, pues eso complica su salud y pone en riesgo sus vidas.

“Nos preocupa cómo va a ser implementado. Y la calidad del medicamento que se va a dar a los pacientes. Quién controlará a las farmacias. Hay muchas interrogantes. Solo tenemos el decreto y no tenemos un reglamento”, expresa Frank Alarcón, dirigente de la Fundación de enfermos con leucemia mieloide aguda -un tipo de cáncer de la médula ósea y la sangre-, que agrupa a más de un centenar de pacientes locales.

“Hasta donde tengo entendido, las medicinas especiales, como es el caso de las que requieren las enfermedades raras, no se van a externalizar”, dice con preocupación Martha Vera, dirigente de la Fundación nacional para la miastenia gravis, que agrupa aproximadamente a 500 pacientes en el país.

Es una enfermedad causada por una interrupción en la comunicación entre los nervios y los músculos. Causa debilidad muscular de brazos y piernas, visión doble y dolor o dificultades para hablar y masticar.

“De todos modos, lo que más nos preocupa son las decisiones sobre la calidad de la misma, pues como es de su conocimiento, nosotros tenemos años luchando porque se nos entregue medicina de calidad y aún así hoy en día el Hospital del Niño Francisco de Icaza Bustamante ha comprado bromuro de piridostigmina genérico”, agrega la directiva.

“Hay muchas inquietudes y dudas en relación con eso, especialmente con las personas con enfermedades raras y catastróficas que necesitan medicamentos muy delicados y de alto costo. Entonces sí es una preocupación para nosotros y tendríamos que analizar”, coincide Dora García, presidenta de la Asociación de pacientes renales ‘Caminando a la luz’, que reúne a más de 400 personas.

Pero los pacientes no son los únicos actores del sistema que aún tienen dudas. Los laboratorios farmacéuticos, que producen o importan las medicinas, también se dicen excluidos.

Solo las cadenas de farmacias han sido invitadas a las socializaciones, aunque por ahora prefieren no opinar y ver cómo marcha el proceso. “Seguimos manteniendo reuniones con Salud y el equipo técnico. Cómo Corporación GPF (Fybeca y Sana Sana), contribuimos en el desarrollo del proyecto y avanzando en los requerimientos técnicos, sin embargo no tenemos aún más comentarios”, dice Cristina Pineda, de Asuntos Públicos de la entidad.

LOS PRODUCTORES, MARGINADOS

Curioso. El Gobierno central lleva adelante un proceso para externalizar el servicio de farmacia, uno de cuyos objetivos es solucionar la falta de medicinas en los hospitales públicos, pero los laboratorios farmacéuticos que producen o importan los fármacos se dicen excluidos.

“Somos proveedores de medicamentos de calidad [...] no hemos sido invitados al proceso de externalización de farmacias”, aclaró este lunes la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos (Alafar), a través de su cuenta oficial en Twitter. “Nos preocupa”, agregó.

La semana pasada también lo dijo la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos del Ecuador (Alfe).