Luis Agualsaca lloraba desconsolado. No quería recibir alimentos y con las pocas fuerzas que le quedaban accedió a cambiarse la ropa enlodada. Él es uno de los dos sobrevivientes del deslave ocurrido ayer en el sector de Santa Martha, en Pallatanga, provincia de Chimborazo; que dejó cuatro personas fallecidas y dos heridas, todas de la misma familia.

Gran cantidad de material, entre agua, lodo y piedras, cayó sobre él. “Estaba ya caminando con mi hijo, mi señora y mis nietas estaban ahí en la sala, y se vino todito encima nuestro. Me dejó boca abajo contra el piso”, relató entre lágrimas. Luego hizo una pausa como para tomar fuerza y continuó. “Me levanté, quise ayudarlos. Estaba todo tapado. Buscamos y encontré el brazo de mi nietecita que estaba cargada a la guagua”, añadió, pero ese recuerdo fatal no le permitió continuar.

Sus vecinos acudieron enseguida, pero fue extremadamente difícil el acceso. “La carretera estaba tapada, muchos vehículos quedaron atrapados. Llovió muy fuerte desde las cinco de la mañana, a ratos parecía que se caía el cielo. Más tarde me avisan y vi lo que ha pasado, pero nada se pudo hacer”, contó Isabel Hernández

Restos de menaje de casa y pedazos de una cama de madera todavía flotaban en el agua que seguía corriendo. Miembros del GOE de Riobamba, así como policías y bomberos, aguardaban en las afueras de la casa, pues si bien los cuerpos fueron rescatados entre el lodoso material, tuvieron que permanecer más de cinco horas tapados con los restos de la vivienda, hasta que el fiscal llegara para el levantamiento de los cadáveres. Esto molestó a la ciudadanía.

“No puede ser posible que tengamos que esperar tanto. Pallatanga debe ser atendido, no se puede hacer nada si llegan tarde”, acotó una vecina.

La familia se dedicaba a cosechar papas y tenían un lavadero del tubérculo junto a la casa. Aunque esto no se afectó, sí perdieron una buena cantidad de producto.

Más allá estaba el hijo de Martha. Perdió a su madre, hermana y dos sobrinas. Las cuatro fallecidas son mujeres.

Amigos y vecinos prepararon un caldo de gallina que brindaron a los familiares, mientras aguardaban que se llevaran los cuerpos a Riobamba. Kleber Guamán pidió una tarrina para un perrito negro que esperaba sobre un montículo de tierra. “Era el perro de mi mamá, no se quiere mover” susurró mientras le acercaba el recipiente.

Hasta el cierre de esta edición todavía no se realizaban los trámites legales. El gobernador de la provincia, Iván Vinueza, y el jefe del distrito avanzaron hasta Pallatanga, donde se convocó al COE cantonal para enfrentar este embate de la naturaleza. 

• Los efectos en las vías

Debido al deslave, la vía Panamericana Sur en el sector de Pallatanga (Chimborazo), por la cual se movilizan los vehículos de carga pesada, fue cerrada por la mañana. Al cierre de esta edición, esta ya había sido abierta al tránsito, pero existían todavía varios tramos con lodo y piedras, por lo que se debía circular con extrema atención y precaución.