Un desgaste que se acerca a su desenlace. El presidente Guillermo Lasso acude este 16 de mayo de 2023 a la Asamblea Nacional a defenderse en el juicio político en su contra mientras se van configurando, al menos, cuatro escenarios de cierre de este conflicto político que llega a su día 47 desde que fue admitido por la Corte Constitucional.

En el medio, los ciudadanos que en su gran mayoría son ajenos al trámite de fiscalización impulsado por la oposición y una minoría que siente que la inestabilidad política de este mes y medio genera incertidumbre y repercute en el normal funcionamiento del país.

Los primeros en intervenir, por dos horas, serán los interpelantes Viviana Veloz de Unión por la Esperanza (UNES) y Esteban Torres, del Partido Social Cristiano (PSC). Luego, el mandatario, por tres horas, ejercerá su derecho a la defensa. De ahí se abrirá el debate que podría durar dos días.

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¿Luego qué viene? El primer escenario es que el sábado 20 de mayo el presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, llame a votar por la censura y destitución y existan los 92 votos necesarios para aprobarla. Entonces, asumiría el vicepresidente Alfredo Borrero.

Lo otro es que no haya los votos suficientes para la salida del presidente y este se mantenga hasta que finalice el periodo para el que fue elegido. En el Gobierno ponen todas sus esperanzas en esta posibilidad. El secretario jurídico de la Presidencia, Juan Pablo Ortiz, ratificó que no habría las 92 voluntades.

De ser ese el caso, el analista político Giuseppe Cabrera considera que podría ser un buen momento para que Lasso enrumbe su administración hacia la seguridad y el bienestar social con un refrescamiento de su gabinete, “aunque luego de dos años de ver que no lo ha hecho, resulta ingenuo creer que ahora lo hará”, señaló

La factibilidad de que sí haya los votos abre un tercer momento que ayer volvió a tomar fuerza como una posibilidad de que se ejecute hoy, tras la intervención de Lasso: la disolución de la Asamblea (muerte cruzada) y la consecuente convocatoria a elecciones adelantadas.

Ese sería para el país el “peor escenario posible, por constitucional que sea la figura”, dijo el director de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), Mauricio Alarcón, que recordó que esa figura que rompe el sistema de pesos y contrapesos fue creada en el gobierno de Rafael Correa precisamente para brindarlo.

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Tampoco ve salidas convenientes para el país con cualquier otra decisión. “Si hay censura o no la hay, la crisis de gobernabilidad continuará entre un Ejecutivo incapaz de gobernar y un Legislativo que busca generar caos de cara a las próximas elecciones”, señaló.

Pero si de decisiones extremas se trata, habría una cuarta: “para que no haya políticos queriendo pescar a río revuelto bien podría el presidente Lasso presentar su renuncia personal al cargo antes de que se someta a votación su suerte en la Asamblea o que se piense en una muerte cruzada que pondría en una situación muy complicada al país. Creo que nadie se lo ha planteado, pero podría ser una salida”, dijo Cabrera.

Los votos aún están en vilo

El mismo número de votos con los que se eligió a las autoridades de la Asamblea, el domingo 14 de mayo, no están garantizados para la censura y destitución del presidente Lasso.

Así explicó el asambleísta de Pachakutik, Edgar Quezada, que señaló que apoyó la reelección de Saquicela, pero que para tomar una decisión en el juicio político primero debe escuchar a Lasso y analizar que se probó el peculado.

En el mismo sentido se pronunció el legislador de una de las facciones de la Izquierda Democrática (ID), Javier Santos que dijo que si bien hay legisladores que ya tiene claro cómo votarán, otros siguen en expectativa.