¿Por qué cuando ocurre una desgracia o tragedia de la naturaleza nos detenemos a pensar en los demás? ¿Por qué cuando nos afectan las fallas geológicas iniciamos una reflexión pensando en qué debo mejorar o cambiar? Quizás es una especie de ‘stop’ a raya que nos permite iniciar un análisis de nuestro pensar y actuar; pues al perder a un ser querido o al perder dinero por las consecuencias de un inmueble destruido, es cuando nos afecta a nuestros intereses.

¿Por qué no tomar esta circunstancia para ser una sociedad más unida y menos fraccionada? ¿Por qué no pensar que esta tragedia nos sirve para concienciar más y que debemos ser mejores personas humanas, que la solidaridad no sea circunstancial sino que sea una costumbre en todo instante y no solo cuando hay un evento trágico?

Evolucionar mentalmente nos servirá para exponer nuevas ideas, nuevos pensares adheridos a los tiempos que vivimos. Y recordar que la tecnología humanística es más importante que la computadora, que el celular y que todos los aparatos tecnológicos modernos que la mayoría tiene pero que se ha olvidado de lo más importante: aquella sensibilidad humana, aquel comportamiento virtuoso con los demás sin perjudicar a nadie. Cuando evolucionemos nos percataremos de que el amor es más importante que lo material.

Eduardo Jiménez