Los relieves y efectos conseguidos con pintura son gratificantes, no solo desde el plano estético, sino funcional, dado que ayudan a minimizar los desperfectos y las posibles manchas. Hay una gran cantidad de efectos que puede impregnar en sus paredes interiores y exteriores. Por ejemplo, el efecto arena queda muy bien en exteriores. Se trata de una pintura con aspecto arenoso que se aplica directamente tras aplicar una imprimación. Los brochazos deben ser rápidos, en forma de cruz y en diferentes direcciones. Una vez seca la capa que da textura, pinta en otros colores encima para conseguir profundidad. Otro efecto agradable es el metal. Sí, las pinturas metalizadas han facilitado mucho la labor de darle a nuestras paredes un acabado brillante y lujoso.