Una cupula elegida por aplausos

Unanimidad. Los resultados de la Asamblea General no dieron sorpresas: todos los cuadros anunciados terminaron ocupando las vacantes de la nueva dirección Ejecutiva de PAIS.

El rito es popular. Se anuncia un nombre desde la tarima para llenar la presidencia, las vicepresidencias o la secretaría nacional; los asistentes alzan su carné y aplauden; entonces se anuncia el resultado de la elección por unanimidad.

Así fue como la Asamblea decidió nombrar como presidente honorario vitalicio a Rafael Correa, a quien una de las autoridades se refirió ayer como “nuestro líder eterno”, que es la etiqueta del chavismo venezolano para su difunto fundador. Y Lenín Moreno tomó su lugar en la presidencia del partido, desprendiéndose del simbólico número dos que lucía hasta ahora. Así también se eligió a Jorge Glas y Ricardo Patiño para la primera y segunda vicepresidencias, respectivamente. Antes de cada votación sus nombres fueron ensordecedoramente coreados.

En parte fue también así como se escogió al reemplazo de Doris Soliz en la secretaría nacional, el puesto más mediático de la dirección. Ante la moción de Gabriela Rivadeneira, los militantes corearon “Marcela, Marcela”, una referencia que solo dabe identificar como respaldo a Marcela Aguiñaga, quien no fue nominada. Eso poco importa. La votación se interpretó como unánime en favor de Rivadeneira.

Entonces, aplausos.

Los protagonistas