Con una soga atada al cuello, Jordi Torres Cisneros, de 22 años, quiso ponerle fin a sus problemas económicos y terminó con su existencia. Lo hizo la noche del jueves, pero previo a colgarse de una viga del techo de su vivienda, escribió una carta dirigida a la madre de sus hijos pidiéndole que “no les pegue”, luego de anunciar lo que haría.

El cadáver fue encontrado por su hijo de cinco años dentro de su domicilio ubicado en la ciudadela Nuevo Babahoyo, del cantón Babahoyo, Los Ríos. El menor alertó a su progenitora y de inmediato cortaron la soga que oprimía el cuello de Jordi.

A todos les tomó por sorpresa el acontecimiento, pero creen que quizás lo hizo por la falta de empleo. Jordi procreó dos hijos con su conviviente, pero ante la falta de trabajo no podía hacerse responsable de ellos. Sin embargo, nadie se imaginó lo que habría estado planeando.

Los restos de Jordi fueron velados en casa de su progenitor. Y la nota que dejó fue guardada por sus deudos. TO