No solo es la magia de la luz de las velas encendidas, es también la espiritualidad de los morlacos, que se manifiesta en cada celebración religiosa de evocación a un santo o patrono en Cuenca.

La cuidad tiene 17 iglesias en el casco histórico, formando un conjunto de edificaciones patrimoniales que desde el año 1960 es conocido como Pequeño Vaticano, ya que los templos están dispuestos de manera similar a las capillas de la Santa Sede.

Uno de los 17 templos es el de Santo Domingo, construido en 1536 con estilo ecléctico moderado y barroco. Allí se venera a algunos santos y a la Virgen del Rosario, bautizada por sus devotos como Morenica, por el color de la efigie.

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Y es en honor a esta advocación de la Virgen que ha comenzado a prepararse el evento que desde el 2007 se desarrolla anualmente, bajo la luz de velas colocadas en faroles distribuidos artísticamente para formar siluetas religiosas, principalmente de la Matrona, la Morenica del Rosario. “Son tiempos de luz, fe y música, con la iluminación de unos 30 a 40 mil faroles”, explica el seglar de la comunidad, Hernán Pacurucu.

La fiesta será el 8 de diciembre del 2023, en recordación a la coronación de la imagen de la Virgen, ocurrida en 1930. Las iluminaciones se colocarán en los alrededores de la plazoleta Juan Bautista Vázquez y calles cercanas a la iglesia: Gran Colombia, Padre Aguirre, Mariscal La Mar y General Torres.

Con faroles colocados en el piso y las luces de las velas encendidas, se formarán la efigie de la Virgen y la silueta de la capilla, en medio de una calle de honor a cargo de los devotos como figuras principales, describe Pacurucu.

Es que este evento de luminosidad en el corazón mismo de la Cuenca antigua, con faroles hechos a mano y encendidos, se ha convertido en uno de los atractivos culturales y ancestrales cercanos a la Navidad.

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