
El Congreso espanol no quiere a Pedro Sanchez
El Congreso español rechazó con claridad al socialista Pedro Sánchez como presidente del gobierno, después de obtener 219 votos en contra por 130 a favor, procedentes de su propio grupo y de los liberales.
Mañana tendrá lugar una segunda votación sobre la candidatura de Sánchez, en la que le bastaría tener más síes que noes, aunque parece difícil que pueda conseguirlo por lo constatado en los dos días de debate con todos los grupos.
El resultado no supone una sorpresa, puesto que la posición de todos los grupos estaba clara desde hace días, en especial la del PP (centroderecha, 123 escaños) y Podemos (izquierda, 69), las dos fuerzas que pueden alterar el panorama.
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, un politólogo de 37 años que subió a la tribuna sin corbata y con su habitual cola de caballo, le reprochó a Sánchez su “capitulación” ante las políticas liberales de Ciudadanos.
“Reivindique la política como el arte de cambiar las cosas y no como el arte de pactar para que todo siga igual”, le fustigó. Y lo acusó de preparar “cócteles de distintos sabores” en referencia a las diferentes propuestas del socialista a partidos de izquierda y derecha en su esfuerzo infructífero por sumar apoyos.
Considerando el acuerdo del PSOE con Ciudadanos contrario a lo que estaba negociando con Podemos, el partido de Iglesias se retiró de la mesa de diálogo hace una semana. Le siguieron otras formaciones de izquierdas menores.
“Negocie con nosotros, deje de obedecer a los oligarcas”, lanzó a Sánchez Iglesias, que protagonizó un cuadro polémico cuando plantó un beso en la boca a al diputado Xavier Domènech, líder de En Comú Podem, que acababa de lanzar su primer discurso en el lugar. Medios dicen que no es la primera vez que ambos dirigentes se saludan así, pero sí la primera en que se inmortaliza en fotografía. Agencias