Tras seis meses de trabajo, el equipo encargado de realizar una propuesta de reforma al sistema de pensiones del Instituto de Seguridad Social (IESS) presentó los resultados en las instalaciones de la Universidad de las Américas en Quito, sin contemplar el problema transversal del Seguro Social: la corrupción en el sistema de salud. 

Augusto De la Torre, líder de la comisión, puntualizó que es necesario un análisis posterior para reformar el área de la salud y laboral, pues sin estas dos partes importantes, el sistema de pensiones no podrá ser totalmente exitoso, aunque esté reformado.

Dicho esto por el propio comisionado, EXPRESO le consultó sobre las acciones que se contemplan en la reforma para combatir la corrupción en el sistema de salud, que él califica como una parte importante para sostener el de pensiones, a lo que De la Torre respondió que a su juicio personal la corrupción no está en el sistema de pensiones, aunque mencionó que sería importante revisar el Banco del IESS y el área de la salud. En otras palabras, la reforma desconoce el problema transversal de la corrupción. 

El economista señaló que existen “por lo menos cuatro grandes razones fundamentales para reformar el sistema del IESS”, señalando como primera la viabilidad (pago que corresponde por ley) del sistema de pensiones, que está en riesgo porque de seguir así, en pocos años no habrá liquidez para pagar este rubro. 

Aclaró que los jubilados son los que “menos deben preocuparse por la propuesta presentada, porque su pensión es un derecho adquirido y la comisión en su trabajo ha prevalecido el respeto a la Constitución”.

Lo segundo es que el sistema actual es “terriblemente inequitativo”. Tercero, el sistema trata de manera diferente a afiliados semejantes. Es decir, un afiliado de 70 años con 10 años de aporte recibe una pensión atractiva si se compara con el que se jubila a misma edad pero con 40 años de aportes. Y cuarto, el hecho de que el IESS no tiene credibilidad y por ello cada vez son más quienes no desean afiliarse. Añadió que la entidad “está dominada por el fisco”.

Augusto De la Torre indicó que el pedido realizado por el presidente fue analizar el sistema de pensiones del seguro social. “No tenemos ninguna propuesta de reforma sobre el sistema de salud, ni sobre el sistema del seguro social de la Policía o de las Fuerzas Armadas”.

La propuesta de la comisión sugiere un sistema de tres pilares. El primero: de reparto, en el que todos aportaríamos obligatoriamente y ese sistema público daría al afiliado una pensión vitalicia (viable). El segundo: planes de ahorro obligatorio y voluntario para la vejez, que complementen la pensión vitalicia, construyendo en torno al fondo de cesantía toda una propuesta de planes de ahorro para la vejez, recomendando también que no se cambie el aporte actual del 2 %. Y el tercero: pensiones asistenciales antipobreza para los trabajadores informales vulnerables.

La propuesta recoge además que todos los jubilados que son elegibles para acceder a la pensión se les conceda la misma y que se reconozcan la totalidad de los aportes a los afiliados. De la Torre enfatizó que de aprobarse las reformas, quienes estén por jubilarse no sentirán los cambios porque la aplicación de esto sería en forma progresiva y recién dentro se "tres décadas súper gradual hasta hasta que todos los que están afiliados estén ya en el nuevo sistema".

La Comisión detalla que el problema con el actual sistema de pensiones es que para dentro de unos años la población en edad de jubilarse habrá aumentado y el Estado invertirá más en el pago de pensiones, lo cual ocasionará un desbalance en las cuentas fiscales. La idea es que el pago de estas obligaciones no exceda el 3% del Producto Interno Bruto (PIB). Por eso le apuestan a diversos planes de ahorro para la vejez, que pueden incluso aplicarse en las mismas empresas con incentivos tributarios a los empleadores.

Henry Llanes, representante de los jubilados, dijo que en lo medular la propuesta es regresiva para los próximos jubilados, pero coincide con De la Torre en la autonomía en la gobernanza de la institución y no está cerrado al diálogo. Y va más allá al decir que espera que la comisión revise su propuesta de ley que debe tratar la nueva a Asamblea, por cuanto su proceso de aprobación está más adelantado.

Así mismo, la UNE manifestó que la medida violenta los derechos y cae en la demagogia. Los educadores afirman que  "Si el Gobierno busca darle sostenibilidad al sistema de seguridad social que actualmente presenta varios riesgos, debe iniciar con el pago de los 24.000 millones de dólares que adeuda al IESS."

Los miembros de la comisión son Augusto de la Torre (coordinador), Andrea García, Doménica Cobo, Karla Morales, Fabián Vilema, Andrés Hidalgo y Pablo Lucio-Paredes.

La pensión de jubilación

Para su cálculo se contemplarán dos componentes. Por un lado, una pensión básica equivalente a la pensión mínima bajo el sistema actual (la mitad del Salario Básico Unificado). Todos los pensionistas tendrán derecho a este monto, que será cubierto exclusivamente con la contribución del Estado y que se ajustará en el tiempo según la inflación. Por otro lado, una pensión variable, calculada con base en la proporcionalidad, una fórmula que considera el tiempo de aporte y tiempo de beneficio (este último es la esperanza de vida que tiene el afiliado). La reforma aumentará gradualmente el número de años hasta llegar a los 30 años de de mejor remuneración.