Una de las frases de ‘Hamlet’, obra escrita por William Shakespeare, encierra uno de los dilemas humanos: “Ser o no ser”; tras los resultados de los recientes comicios, ahora podemos cuestionarnos si los resultados que lograron Yaku Pérez y Xavier Hervas, en 2021, cuando participaron por primera vez por la banda presidencial, les pertenecían solo de ellos.

En las elecciones de 2021, Pérez corrió por la Presidencia de la mano de Pachakutik (PK) y quedó tercero en la contienda, con un 19,39 % de los votos, según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), seguido de Xavier Hervas -quien se postuló con la Izquierda Democrática (ID)- con un 15,86 %.

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Sin embargo, en los recientes comicios extraordinarios, el CNE registró un 0,49 % para Hervas y un 3,97 % para Pérez; quedaron penúltimo y antepenúltimo, respectivamente. Pero en esta ocasión, ellos no participaron con los movimientos anteriormente mencionados, sino que Hervas fue con el Movimiento Renovación Total y Pérez con la alianza Claro que se Puede, conformado por las organizaciones políticas: Unidad Popular, Partido Socialista Ecuatoriano y Democracia Sí.

A criterio de Pedro Donoso, analista político y director general de Icare Inteligencia Comunicacional, “los comicios 2023 ayudan a desmitificar lo que sucedió en 2021”, entre ellos el que “Hervas era lo que era y era lo que fue por el TikTok o porque hizo una disrupción superinteresante en redes sociales. O que Pérez era el candidato ideal para el voto joven, relacionado con el tema ambientalista”.

Para los expertos consultados por este Diario, el voto estuvo relacionado con otras aristas, como los procesos; en el caso de Pérez, el apoyo surgió tras la manifestación indígena de octubre de 2019, concuerdan los analistas políticos Donoso y Oswaldo Moreno. Fue a partir de este suceso, sostiene Moreno, que “se alteró totalmente” la valoración sobre si la ciudadanía respaldaría a un candidato del movimiento indígena. Un mes antes, el apoyo era del 3 o 4 %; pero en noviembre subió al 17 %. A eso, le suma que el apoyo era similar si se consultaba por otros líderes indígenas, lo que significaba que “la votación era de Pachakutik”, ya que la visión de la población indígena es comunitaria, manifiesta.

Por otra parte, la votación de Hervas era de la ID, ya que “no era candidato de un partido marginal”, sostiene Moreno. Para Donoso, la estructura y el trabajo territorial influyeron.

Aunque estas dos figuras estuvieron ausentes durante el gobierno de Guillermo Lasso, Pablo Ospina, experto en ciencias políticas y catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, indica que el estar presentes en la palestra pública contribuye, pero no es indispensable.

Para el docente, el error más grave es que “ellos creyeron que el voto de 2021 les pertenecía personalmente”, pero Hervas tuvo sus votos en las zonas donde la ID había sido dominante en períodos anteriores y agrega que su estrategia en redes “conectó donde hubo un electorado, estructura y tradiciones”; entonces, ahora “él creyó que no necesitaba de la Izquierda Democrática y pasó lo que pasó”, dice.

Lo mismo ocurrió con Pérez, comenta Ospina, ya que no vinculó su voto con lo que significaba el movimiento que había liderado el levantamiento de 2019 y 2022. “Si se examina su reciente campaña, Pérez no hizo referencias a esas movilizaciones”, por lo que su discurso fue vacío, expresa. Además, “ellos creyeron que el voto era un patrimonio personal y era patrimonio de ciertas estructuras organizativas y políticas previas”.

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Eso “les pasó factura”, enfatiza Andrea Ocaña, analista de marketing político y docente de la Universidad de Guayaquil. Para ella, “más allá de un partido político; (a ellos) les hace falta representar algo”, ya que sus imágenes están circunscritas a espacios muy pequeños y agrega que Hervas no va a volver a ser un ‘outsider’; ya representa a la política tradicional.

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Para Ocaña, es muy importante que Pérez hable con “toda esa representatividad que tenía detrás”, el movimiento indígena. En cambio, Hervas deberá ganar coherencia, es decir, formar parte y militar en una organización política. Caso contrario, si vuelven a participar como en estos comicios, “tendrán que otra vez devolver los fondos”, sentencia la docente.

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